suscripciones

10/11/2023

Breve historia de la democracia en Bolivia


 *Breve historia de la democracia en Bolivia…conmemoramos el periodo más largo de democracia que vivió nuestro país, exceptuando la interrupción golpista de la gestión 2019-2020*


Hoy recordamos el periodo más largo de democracia que vive nuestro país (con la interrupción de la gestión 2019-2020 por el golpe de Estado), después de casi dos décadas de gobiernos militares. Un 10 de octubre de 1982, el general Vildoso entregó la banda presidencial a Hernán Siles Suazo, presidente electo de la república de Bolivia.


El resquebrajo de la hegemonía de los gobiernos militares en nuestro país inició el año 1977 cuando en oficinas del Arzobispado de La Paz, cuatro mujeres mineras, iniciaron una huelga de hambre que logró la convocatoria a elecciones el siguiente año 1978, triunfando sobre el régimen dictatorial de Hugo Banzer Suárez. Sin embargo, tuvieron que pasar varios gobiernos interinos hasta que recién en 1982 la democracia volvió al país.


La democracia se convirtió en una bandera tanto de las clases medias como del bloque popular y fue así que se pudo triunfar en contra de las castas militares y oligarcas beneficiadas por varios años de dictaduras militares.


Lastimosamente en 1985, se iniciaron las políticas neoliberales en el país, lo que derivó en que la democracia se convirtiera simplemente en un acuerdo entre partidos políticos para repartirse el poder del Estado y la mal llamada capitalización fue usada para privatizar las empresas del Estado, dejando un Estado débil y entregado a las transnacionales. 


Ante este escenario, el pueblo se levantó contra estas castas oligárquicas que usaron la democracia como un “pasanaku” para repartirse el Estado desde el año 1985 hasta el año 2003, provocando la salida del expresidente, Gonzalo Sánchez de Lozada del país y su renuncia precisamente el año 2003 después de acabar con la vida de más de 70 personas. Ante un sistema de partidos agotados y un neoliberalismo que ya no podía ofrecer más soluciones al país. Desde ese año, Bolivia ingresó a una crisis institucional y política que ni el expresidente (vicepresidente de “Goni), Carlos Mesa pudo contener, renunciando el año 2005. 


El pueblo salió protestando pidiendo nacionalización de los hidrocarburos, inclusión de los pueblos indígenas y Asamblea Constituyente, eligiendo como su presidente en elecciones el año 2005, al expresidente, Evo Morales. 


Fue así que se produjo la nacionalización de los hidrocarburos y se proclamó la nueva Constitución Política del Estado aprobada con más del 60% de los votos, donde se reconocen tres tipos de democracia:


• Directa y Participativa

• Representativa

• Comunitaria


Los intentos desestabilizadores por parte de sectores reaccionarios fueron constantes desde el año 2006 hasta el año 2010, buscando el fracaso del proceso Constituyente y de la Revolución Democrática y Cultural y del Proceso de Cambio, sin embargo, el bloque indígena-popular pudo vencer a estos intentos construyendo un nuevo país y una democracia más vigorosa.


El año 2014, el expresidente, Evo Morales ganaba las elecciones con más del 60% de los votos, momento en el cual el bloque popular y su instrumento político MAS-IPSP debió iniciar el debate de los nuevos liderazgos y ver quién conduciría el Estado Plurinacional desde la gestión 2019 en adelante, sin embargo, el culto a la personalidad y la ansías reeleccionistas del expresidente y de su séquito provocaron momentos de inestabilidad política y social al convocar al referéndum del año 2016 y desoyendo el resultado del mismo el año 2017 habilitando al expresidente Evo Morales a la reelección como un derecho humano haciendo caso omiso de los principios básicos de la democracia. Esto provocó constantes protestas en el país y desestabilización que derivó en un golpe de Estado el año 2019.

El año 2019, Bolivia vivió un levantamiento social de algunas clases medias urbanas que, muchas de ellas bajo consignas racistas e intolerantes aprovecharon el descontento social producto de las malas decisiones del expresidente, Evo Morales, provocando a un golpe de Estado que terminó con la autoproclamación ilegal de la señora Añez como presidenta del país sin siquiera tener quorum en la Asamblea Legislativa y siendo posesionada por un efectivo militar sin respeto por las instituciones democráticas. Esta fue la excusa perfecta para que los golpistas arrebaten el poder mediante la fuerza sobornando policías y militares y tratando de acabar con la Revolución Democrática y Cultural y el Proceso de Cambio.


Jeanine Añez y su gobierno nos recordaron las jornadas más oscuras del gonismo y de las dictaduras militares persiguiendo personas y matando a más de 30 civiles en Sacaba, Senkata y Pedregal bajo el pretexto de la “pacificación”. El gobierno de Añez se autodenominó de transición, sin embargo, no lo fue, fue un gobierno ilegal y racista que trató de acabar con el Estado Plurinacional quitando la Wiphala y masacrando a la población boliviana.


Después de casi un año del régimen de Añez, y ante múltiples movilizaciones sociales que exigían elecciones, la democracia volvió al país de la mano del presidente, Luis Arce y el vicepresidente, David Choquehuanca que ganaron las elecciones en octubre del año 2020 con más del 55% de los votos (3.4 millones). Sin embargo, debido al estado en el que dejó el país el régimen de facto en temas institucionales, económicos y otros, lastimosamente, en muchos aspectos comenzamos de cero en noviembre del año 2020.


No obstante, hoy Bolivia vive la 2da fase del Proceso de Cambio y una democracia plena, con un gobierno que apunta a concretar la industrialización del país y que -al mismo tiempo- debe lidiar con los intentos de desestabilización por parte de grupos que no creen en la democracia y que bajo el pretexto de consignas vacías y de defensa del “culto a la personalidad” buscan evitar que nuestro país cumpla 200 años de vida (2025) con un país fuerte, industrializado y digno. 


El trabajo de nosotros quienes creemos en la democracia y en sus instituciones es defender al gobierno popular, legal y legítimo del presidente Arce contra los intentos de boicot y desestabilización que provienen de sectores políticos rupturistas ajenos a las reglas democráticas, tanto de unos que no respetan los resultados electorales como otros que hablan con fuerzas del orden para crear rupturas constitucionales y autoproclamaciones apócrifas. 


¡Qué viva la democracia! ¡Qué viva la Revolución Democrática y Cultural! ¡Y vamos adelante sin parar con la industrialización del país!


https://www.facebook.com/EDelCastilloDC/posts/704523304868303

No hay comentarios:

Publicar un comentario

chat



 

Colabora

Uruguay faborables al Frente Amplio

  58% cree que Orsi ganará el balotaje ante Delgado, al que supera por 25 puntos, según encuesta de Montevideo Portal Inicio  |  Política 58...