Via https://americaxxi.com/news-item/mujeres-de-malvinas-seremos-parte-de-la-historia-argentina/
Por María Jagoe
Las mujeres que participaron de la guerra de Malvinas debieron enfrentar a su regreso una segunda lucha, esta vez contra el olvido y el silencio. Recién 30 años después del conflicto, en noviembre de 2012, el estado argentino reconoció a 16 de ellas como veteranas de guerra.
Se trata de seis instrumentadoras quirúrgicas y enfermeras profesionales que asistieron a los heridos a bordo del rompehielos Almirante Irízar; seis tripulantes de la Marina Mercante; una integrante de la Fuerza Aérea que realizó evacuaciones aeromédicas, y tres mujeres que participaron de operativos militares de las Fuerzas Armadas.
La ley argentina sólo considera como veterana de guerra a la persona que pisó las islas Malvinas o que estuvo dentro de cierto perímetro de las mismas. Hoy más de 24.000 personas cobran pensiones como ex combatientes, pero menos de 20 son mujeres.
Alicia Reynoso
En 2021, después de un juicio que llevó 11 años, las enfermeras Alicia Reynoso y Stella Maris Morales (fotografía de portada) fueron reconocidas como veteranas de guerra y, por lo tanto, con derecho a una pensión.
“Se ‘olvidaron’ de ponernos en las listas para obtener la pensión honorífica”, dijo Alicia Reynoso a Página 12. “No se olvidaron de los médicos, por ejemplo, pero sí de todas las enfermeras. Y si bien ya hace un año que gané ese juicio, sigo esperando el turno de Anses (NdeR: institución previsional de Argentina) para poder cobrar, tantos años después, por primera vez mi pensión”.
Alicia denunció que ella y sus compañeras sufrieron un proceso de “desmalvinización” por parte de las Fuerzas Armadas. “La orden era: ‘ustedes no vieron nada, olvídense de todo lo que pasó’”, afirmó. “Conscientes o no ya estaban gestando además todo el operativo de negar a las mujeres que participamos”.
Alicia cree que la presencia de las enfermeras marcó una clara diferencia. “Los que llegaban se encontraban con estas mujeres vestidas de igual manera, pero con un trato muy diferente, y diciéndoles que ellas también estaban defendiendo a la patria como ellos. Con el mismo miedo, posiblemente, pero seguras de que ese era el lugar en el que teníamos que estar”, resaltó.
Stella Maris Morales
Stella Maris Morales cuenta que sufrió mucho la invisibilización de las veteranas. “Yo sentí que en ese momento estaba en el lugar equivocado, más allá de sentirme orgullosa”, dijo en una entrevista para el Programa Educación y Memoria. “Me parece que no era mi lugar por ese ámbito tan machista y que nunca nos consideraron como mujeres. Es muy feo que no nos reconozcan, es doloroso y es como haber perdido un poco la identidad”, lamentó.
Stella Maris explicó que ellas se sienten veteranas de guerra porque atender a los heridos es una acción bélica. “Muchas veces dicen: ‘pero ustedes no se ensuciaron los borcegos con la turba malvinera’, que es el suelo de Malvinas. Y nosotras decimos: ‘no, no nos ensuciamos con la turba malvinera, pero sí con la sangre de los heridos que venían’. A la guerra no sólo fueron hombres, también fueron mujeres”, concluyó.
Patricia Maidana
Patricia Maidana (fotografía superior) era personal civil de la Fuerza Aérea Argentina, y durante la guerra de Malvinas se desempeñó como Controladora de Tránsito Aéreo. Se encargó de vigilar el radar, de escuchar y traducir conversaciones en inglés, y también de armar los planes de vuelo desde el continente hacia las islas.
“Mi función el 2 de abril cambió radicalmente”, contó Patricia en una entrevista con Radio Gráfica. “Ese día no me lo voy a olvidar jamás. Llegué y me encontré con mis colegas militares vestidos de fajina. Me abrazaban, me dejaban un papelito y alcanzaban a murmurar: ‘avisá’. Cuando estaba en un lugar seguro, veo y esos papelitos decían un número telefónico. La cosa era: ‘avisá que estoy bien’”, recordó.
Patricia pasó años sin contar sus experiencias durante el conflicto. “Siempre le decía a mis hijos: ‘esto te lo digo acá, pero no lo cuentes en el colegio’”, admitió. “Traté de explicarles la verdad y vieron cómo la gente ignoraba a los combatientes. De hecho nunca dijeron que la madre es ex combatiente porque si no le creían a los varones, ¿cómo le van a creer a una mujer?”, reflexionó.
Silvia Barrera
Silvia Barrera es una de las seis mujeres que estuvieron a bordo del rompehielos Almirante Irízar como instrumentadora quirúrgica. Tenía 23 años cuando se enlistó como voluntaria, y a sus 63 cree que todavía hay una deuda pendiente con las veteranas de guerra.
“Estábamos en otros tiempos, éramos las primeras mujeres vestidas de verde”, dijo Silvia a la agencia estatal Télam. “La sociedad no nos visibilizó y tampoco nosotras pudimos poner en palabras lo que nos tocó vivir. De a poco la sociedad está percibiendo el rol de las mujeres en la guerra de Malvinas y sé que seremos parte de la historia de la Argentina”, sostuvo.
La lucha por la visibilización
María Pozzio, antropóloga de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, investigó sobre las veteranas de Malvinas y entrevistó a muchas de ellas. “Como siempre sucede, las mujeres no son reconocidas de manera inmediata, sino que por lo general los reconocimientos institucionales de este tipo provienen de una lucha para lograr ser visibilizadas”, sostuvo.
En las fotos del conflicto las enfermeras aparecen vestidas con uniformes que les quedan grandes, porque no había ropa militar para mujeres. El mundo militar era masculino, la guerra era pensada como un asunto de varones. Esta masculinización también se llevó en el cuerpo, en la ropa, y se plasmó en los objetos.
“Es esta cosa de estar en un lugar extraño, con ropa extraña, con algo que no encaja”, explicó Pozzio, “y es un poco lo que sigue sucediendo cuando las mujeres y las diversidades entran en espacios masculinizados o históricamente no preparados para recibir a otras identidades. Hay algo que parece que queda grande, que queda chico, que desentona, como pasa con la indumentaria militar”.
Hoy las veteranas de Malvinas reivindican esos espacios que ocuparon. “A 40 años del conflicto, levanto la bandera por la visibilidad de las mujeres”, dice Alicia Reynoso. “Estas mujeres, al igual que todos los hombres, escribieron una parte de la historia que no podemos olvidar. Malvinas nos une de una manera increíble. Por eso estas mujeres, en estos 40 años, no podían seguir siendo olvidadas”.
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