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12/12/2022

*Evo Morales, Camacho y el golpe suave*



Este artículo nos llegó a nuestra mesa de trabajo , analisamos y viendo la realidad lo difundimos estando de acuerdo con su contenido ,el cual venimos desde nuestra red diciendo lo mismo desde hace meses .

Donde el sector evista se ha dedicado de lleno a trancar al legitimo gobierno de Arce y Choquehuanca ,al cual desde nuestra red apoyamos en el entendido que a quienes el pueblo eligió para gobernar .

Entendemos que todo aquel que ataca a ministros ,diputados ,senadores fieles al gobierno , ataca al gobierno ,en un plan negro tan de moda de desestabilizar y de está forma crear el caos ,con el peligro que esto se convierta en un golpe de estado de las fuerzas reaccionarias y los únicos culpable de ello serán quienes entorpecen atacan y no dejan gobernar sean de derecha o de izquierda serán los responsables .

#RedContactoSur reafirma su apoyo incondicional contra todos los ataques al gobierno de Arce y Choquehuanca 

Rubén Suárez Director #RedContactoSur




Por: Mariol Aguilera, socióloga y experta en relaciones internacionales


Para nadie es una novedad que en Latinoamérica existe un momento de extrema polarización entre una izquierda progresista popular y una ultra derecha radical pero también popular, solo hace falta ver las últimas elecciones en Chile, Perú, Brasil e incluso Colombia, donde triunfó la izquierda, pero por un margen muy pequeño contra la ultra derecha en segunda vuelta y con poca capacidad de gobernabilidad por tener congresos en contra (como se vio en Perú que Castillo fue prácticamente derrocado por su incapacidad y por un congreso controlado por la ultra derecha). Esta polarización es exacerbada por Estados Unidos que ve cómo su patio trasero es cada vez más indómito a sus mandatos. El control geopolítico de los Estados Unidos en la región lucha contra el crecimiento de la influencia de China/Rusia (ahora en guerra y con menos margen de maniobra por el desgaste contra Ucrania y la OTAN), lo que hace que el control en América Latina sea cada vez más difícil y que cada elección se convierta prácticamente en una guerra interna en cada país.


Eso está sucediendo en América Latina, pero, nos preguntamos: ¿Está sucediendo lo mismo en Bolivia? En Bolivia tenemos un panorama similar, una ultra derecha a la cabeza del señor Fernando Camacho que busca cualquier pretexto para desgastar al gobierno de Arce, el último hecho que vimos fue la denominada “batalla por el Censo”, donde Camacho y sus aliados radicalizaron a toda una región para desgastar al gobierno de Arce, sin embargo, después de una paro de más de un mes, fracasaron estrepitosamente, hundiéndose en su región y perdiendo la posibilidad de convertirse en una oportunidad nacional. Camacho no busca una salida democrática al conflicto, es decir, con diálogo o con elecciones, porque sabe que no puede hacerlo como sucedió el año 2019, Camacho busca una salida extrademocrática, un golpe de Estado y la aceleración de las contradicciones sociales para sacar a Arce del gobierno.


Ese escenario se está suscitando en toda América Latina, no olvidemos que, en Bolivia, como en Perú, Colombia y Brasil, la ultra derecha grita fraude electoral siempre que pierde las elecciones, incluso en Estados Unidos cuando Trump perdió contra Biden. 


La diferencia con toda la región radica en que, en Bolivia, la izquierda se encuentra dividida, con un sector afín a Luis Arce y otro a Evo Morales, que constantemente ataca al gobierno actual aduciendo traiciones y otro tipo de reclamos que irradian en lo ridículo, con tal de desgastar al gobierno de Arce. Cada vez se hace más latente la idea de un contubernio entre Evo Morales y Fernando Camacho para desgastar a Luis Arce y sacarlo del poder, como sucedió en el país con Víctor Paz Estenssoro y Banzer Suárez en los 80s, para sacar a Hernán Siles Suazo un presidente izquierdista que tuvo que enfrentar una crisis económica profunda que lo terminó hundiendo. 


Ahora vivimos una situación similar, el mundo se encuentra ingresando a una crisis económica cada vez más profunda por la guerra en Ucrania-Rusia que parece que durará muchos años, lo que repercutirá en Bolivia negativamente, y pondrá una vez más a prueba el modelo económico boliviano que ya venció la crisis del capitalismo de los años 2008-2009, y también que se encuentra recuperando la economía después de la crisis económica del Covid y del gobierno de Jeanine Añez de la gestión 2020. En este contexto es que Luis Arce debe gobernar con un continente polarizado entre la izquierda popular y la ultra derecha, con un contexto nacional adverso en una alianza entre Evo Morales y Fernando Camacho que desde ambos flancos buscan el desgaste del gobierno y con una crisis económica que se profundizará en los siguientes años por la guerra entre Ucrania/OTAN y Rusia.


En la última batalla denominada “batalla por el Censo”, se vio como sectores afines a Evo Morales coadyuvaron con Camacho para el desgaste de Luis Arce con marchas y protestas que coordinaban. Ahí se puede notar por ejemplo dos datos, el primer día del paro cívico convocado por Camacho y sus aliados, se encontraban en Santa Cruz, Carlos Romero y Juan Ramón Quintana, dos alfiles de Evo Morales coordinando acciones de desestabilización con la oligarquía cruceña. Días después, Carlos Romero, Mario Cronembold, Angelo Céspedes y otros afines a Evo Morales salieron defendiendo la postura de Camacho de Censo 2023, mientras Evo Morales, mantenía un silencio cómplice sin manifestarse al respecto. 


De la misma manera, cuando sectores sociales afines al gobierno se decidieron movilizar a Santa Cruz para enfrentar el paro camachista con un cerco, Evo Morales los desmovilizaba bajo el pretexto que la lucha no era necesaria. Evo Morales nunca pidió Censo 2024, como lo estipulaba el gobierno nacional. De la misma manera, cuando se logró tranquilizar Santa Cruz y desmovilizar al camachismo con una ley que en realidad no dice gran cosa diferente al Decreto Supremo promulgado por Luis Arce días atrás, Evo Morales ordenó a sus asambleístas boicotear la Ley y continuar con el paro cruceño. 


Actualmente, la bancada evista votó junto al camachismo y sus aliados contra un Presupuesto General del Estado con el objetivo de provocar una crisis económica en el país aduciendo no estar de acuerdo con el Modelo Económico Boliviano, buscando otras salidas (¿neoliberales?). De esta manera, Morales junto con Camacho se ponen en un plan de desestabilización para provocar un golpe suave y la salida del gobierno de Luis Arce, quienes, según sus propios afines como el señor Juan Ramón Quintana, deberán provocar un revocatorio hasta mayo del 2023, caso contrario deberán esperar hasta el año 2025 a nuevas elecciones nacionales.


En este contexto, Luis Arce debe actuar a la brevedad posible para que no se provoque su salida forzosa:


1. Se debe encarcelar a los responsables del último intento de golpe en el país, principalmente a su líder, Fernando Camacho. La desmovilización del fascismo y aislar sus intentos golpistas es vital.


2. Se debe proteger los recursos naturales a toda costa, incluyendo el Mutún y el Litio, para tal propósito se debe llegar a acuerdos con las dirigencias relacionadas, tanto cívicas, sindicales o empresariales. En un momento de guerra en el mundo y polarización en América Latina los recursos naturales son más vitales que nunca.


3. Se debe unificar el campo popular, sin el evismo aliado a Camacho que ahora solo busca regresar al poder para restaurar el neoliberalismo como lo hizo Paz Estenssoro en su época. Evo Morales se habría acercado al gobierno de los Estados Unidos, para tal propósito habiendo prometido entregar el litio boliviano a las transnacionales estadounidenses y poco a poco desmantelar el proceso de industrialización del país.


4. Se debe acelerar todo el proceso de industrialización ahora más que nunca para dar bienestar en el país, para tal propósito se debe construir un plan interclasista (con la burguesía nacional y los sectores populares), que englobe a diferentes tendencias democráticas anti camachistas y evistas que apelen al crecimiento económico endógeno y nacional, y no así a los intereses transnacionales.


5. Se debe reducir la influencia del narcotráfico en la economía boliviana, para quitar fortaleza al evismo.


Luis Arce está a tiempo y tiene el respaldo popular, además de la posibilidad de iniciar una nueva etapa en la vida política del país, para tales propósitos debe combatir al fascismo camachismo y al evismo golpista, caso contrario, el golpe suave se concretará y Arce tendrá que salir sin terminar su mandato.


Está a tiempo señor presidente.

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