*Evo Morales no para, llamó traidor a García Linera y a cientos de masistas y ahora llama traidores a los muertos*
_Francisco Soto, Lic. en Comunicación Social_
Por mucho tiempo, las personas que apoyábamos a Evo Morales tuvimos que enfrentar la preocupación al oírlo hablar de vez en cuando con declaraciones que sorprendían. Últimamente, algunos de sus colaboradores también han protagonizado situaciones peculiares, como Héctor Arce, quien relató cómo supuestos "mercenarios digitales" pusieron su número de referencia en una página de citas.
Ayer, en su programa en la radio Kawsachun Coca, Evo volvió a causar desconcierto al decir que, cuando estuvo enfermo, nadie del gobierno de Arce lo llamó para preguntar por su salud. "(...) pero del Gobierno nacional, ningún ministro, viceministro me llamó ni me mandó ningún mensaje, entiendo perfectamente eso, no estamos reclamando, solamente para aclarar que no hubo ninguna llamada". Hacer estos comentarios, luego de todo lo que dijo del gobierno de Arce y su entorno, resulta sorprendente.
Recientemente, Evo publicó fotografías de David Choquehuanca y Luis Arce en actos del PS-1, en un irónico posteo en el que los llamó: "políticos que terminaron en la derecha".
Este nuevo ataque motivó la creatividad de los usuarios, donde uno respondió: "Y, luego, te preguntas por qué no te llaman si te enfermas".
Sin embargo, este juego deja de ser gracioso cuando se "pasa de la raya" como hizo Morales al incluir en la fotografía al fallecido exembajador de Bolivia en Cuba, Eduardo Pardo, quien aparece sonriendo a la derecha de Luis Arce. Esto no solo demuestra que la fotografía corresponde a una fecha anterior a febrero de 2022, mes en el que falleció Pardo, sino que Morales no tuvo reparo alguno en incluir a un fallecido en el grupo de los "políticos que terminaron en la derecha". Meterse con los muertos se encuentra en otro nivel de infamia y confirma que a Evo ya nada le interesa más que vengarse de aquellos que alejan de él su preciada silla.
Todas estas contradicciones nos mueven a preguntarnos, a militantes y no militantes, ¿qué sucede con Evo Morales?
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