*HÉROES DE TRELEW*

 

 *HÉROES DE TRELEW*

Alejandro Ulla (PRT-ERP)

Alfredo Kohon (FAR)

Ana María Villarreal de Santucho (PRT-ERP)

Carlos Alberto del Rey (PRT-ERP)

Carlos Astudillo (FAR)

Clarisa Lea Place (PRT-ERP)

Eduardo Capello (PRT-ERP)

Humberto Suárez (PRT-ERP)

Humberto Toschi (PRT-ERP)

José Ricardo Mena (PRT-ERP)

María Angélica Sabelli (FAR)

Mariano Pujadas (Montoneros)

Mario Emilio Delfino (PRT-ERP)

Miguel Ángel Polti (PRT-ERP)

Rubén Pedro Bonnet (PRT-ERP)

Susana Lesgart (Montoneros)

Lxs heridxs, que lograron sobrevivir a la masacre, continuaron en la lucha y fueron detenidxs desaparecidxs y/o asesinadxs durante la dictadura militar;

Alberto Miguel Camps (FAR – Muerto en 1977)

María Antonia Berger (FAR – Desaparecida en 1979)

Ricardo René Haidar (Montoneros – Desaparecido en 1982)

La dictadura de los monopolios, de Onganía a Lanusse, -pese a sus arreglos con la “Hora del Pueblo”, una entente de partidos patronales encabezada por Balbín y Paladino, quien era delegado personal de Perón- pretendía imponer el “Gran Acuerdo Nacional” para que no cambie nada, pero estaba jaqueada por masivas luchas populares, como el “Cordobazo” y el “Choconazo”, y por la batalla de toda la izquierda. En este clima de rebelión en ascenso, el 15 de agosto de 1972 la dictadura recibió un fuerte golpe: 25 presos políticos del PRT-ERP, FAR y Montoneros se fugaron del penal de máxima seguridad de Rawson.

Por un error operativo, diecinueve de esos compañeros no llegaron a tiempo al avión tomado por un comando que apoyaba desde afuera, por lo que depusieron las armas ante un juez, la prensa y altos oficiales de las FFAA, exigiendo garantías para su integridad. El 22 de agosto un pelotón de la Armada fusiló a mansalva a los compañeros. La misma Armada que no combatió al imperio inglés en defensa de Malvinas, “premió” al capitán Sosa, jefe del pelotón ejecutor, nombrándolo asesor naval en EEUU, iniciando así, junto al terrorismo de Estado, la impunidad. 

Es útil, para la memoria histórica, destacar que los jefes del grupo: Marcos Osatinsky, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y Mario Roberto Santucho, del Ejército Revolucionario del Pueblo, junto a los jefes de Montoneros, retrasaron la partida del avión ocupado esperando al resto, y al final despegaron para cumplir con el plan, además de preservar la vida de los pasajeros. También es útil resaltar la actitud del presidente de Chile por la Unidad Popular, compañero Salvador Allende, quien otorgó asilo político a los combatientes fugados y facilitó su viaje a Cuba, negando la extradición requerida por la dictadura de Lanusse.

Santucho, Osatinsky, los sobrevivientes de la masacre: María Antonia Berger, Ricardo René Haidar y Alberto Mario Camps, además de Mario Amaya, abogado que acompañó el traslado de los compañeros a la base naval, fueron asesinados por el terrorismo estatal luego de 1976. Elbio Angel Bell, secretario general del Partido Comunista de Trelew; apoderado, correo y contacto de Mario Roberto Santucho, fue desaparecido por la dictadura genocida, la que se tomó venganza el 5 de noviembre de 1976, justo a un año de la muerte del compañero Agustín Tosco. La dictadura lo “celebró” desapareciendo al último sobreviviente de aquella gesta.

La impunidad persiste hasta hoy como articuladora del “olvido”, encarnado en el negacionismo de las bandas de la derecha y sus políticas represivas. Todo ello desplegado en el marco de la institucionalidad agotada sobre la que yace la democracia liberal restringida actual. A encubrir estos enfoques policiales contribuye el posibilismo más claudicante, escondido tras la nefasta teoría de los dos demonios, a la que justifica con la supuesta “necesidad de sostener la gobernabilidad”.

 

La impunidad es, junto a la gobernabilidad, la clave principal consagratoria del actual estado de cosas. 

Trelew demostró el heroísmo, la capacidad de luchar a como diera lugar por parte de la generación del 70 pero, lamentablemente, demostró también que al no lograr la unidad de la izquierda, la unidad de las fuerzas y las masas populares que en ella se referenciaban permitía -y permite aún- al capitalismo reciclarse y mantener su dominio haciendo creer a los dominados que las cosas no pueden ser de otro modo. 

Los compañeros asesinados viven porque lo más dinámico del pueblo sigue luchando, lo cual nos permite preparar mejor la pelea para construir la alternativa de poder popular para barrer a la derecha subordinada al imperialismo y a sus agentes de Juntos por la Catástrofe y demás fascistas disfrazados de seudo libertarios.

Parafraseando a Lenin, hay una herencia a la que renunciamos: la del posibilismo y la división; y una herencia que asumimos y reivindicamos: la de la lucha unida para que los trabajadores y el pueblo alcancen la estatura histórica de fuerza política, de bloque histórico revolucionario.

Un homenaje efectivo y duradero a los héroes de Trelew, a los 30.000 desaparecidos, a los caídos de la democracia restringida, será asimilar ambas enseñanzas: militancia cotidiana apasionada hasta la heroicidad si hace falta; y construcción de unidad, de alternativa, de poder popular para terminar con la adaptación posibilista, el autoritarismo, la impunidad, la dependencia y la explotación y opresión capitalista, para la revolución, la liberación y el socialismo en nuestra Patria y en nuestra América toda.

Rogelio Roldán

San Juan, 22 de agosto de 2022