Lic Ruben Suarez RedContactoSur
Una vez más, el expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica ha generado controversia con sus declaraciones sobre la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner. En una entrevista con la agencia AFP, Mujica se refirió a Cristina Kirchner como "la vieja kirchner que está al frente del peronismo, jodiendo en lugar de dejar a las nuevas generaciones. Cómo le cuesta largar el pastel". Estas palabras no solo ponen en tela de juicio su postura sobre el liderazgo femenino, sino que también evidencian actitudes patriarcales difíciles de ignorar.
No es la primera vez que Mujica emite comentarios polémicos sobre Fernández de Kirchner. En 2013, durante una conferencia de prensa, se refirió a ella de manera despectiva, afirmando: "Esta vieja es peor que el tuerto", en alusión a su fallecido esposo, Néstor Kirchner. Esta constante descalificación de líderes políticas mujeres resulta preocupante, sobre todo viniendo de una figura considerada referente de la izquierda latinoamericana.
Mujica ha sostenido que el liderazgo de Cristina Kirchner representa un autoritarismo y una falta de renovación generacional, un argumento que ha repetido en otros contextos. Sin embargo, sus críticas no se limitan a Argentina. En Bolivia, Mujica también cuestionó la pugna de poder entre Evo Morales y el actual presidente Luis Arce, afirmando: "En la vida hay un tiempo para llegar y otro para irse". Si bien en este caso se podría considerar válida su postura sobre la renovación, la falta de equidad en sus críticas hacia lideresas mujeres es innegable.
En Uruguay, Mujica ha tenido roces similares con figuras políticas femeninas como Constanza Moreira y Carolina Cosse, lo que refuerza la percepción de que su postura hacia las mujeres en el poder es cuestionable. Desde nuestra perspectiva, es fundamental repudiar este tipo de actitudes, que perpetúan el machismo y el patriarcado en la política latinoamericana.
A la vez, es necesario destacar la postura de Mujica en relación con Evo Morales, quien enfrenta graves acusaciones en Argentina y Bolivia, incluyendo delitos contra menores y vínculos con figuras implicadas en terrorismo y sedición, como Ponciano Santos y Juan Ramón Quintana. Aunque apoyamos el llamado a la renovación generacional y la crítica a líderes que se perpetúan en el poder, rechazamos categóricamente cualquier expresión que menoscabe a las mujeres en política.
Llamamos a la reflexión y a un cambio de actitud en los líderes políticos de la región. Es hora de desterrar el machismo y el patriarcado, y avanzar hacia una sociedad más equitativa y justa, donde las mujeres tengan el respeto y el espacio que merecen en todos los ámbitos del poder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario