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12/04/2025

Destronó a México | El país de América que tiene el mejor sistema educativo y no es Argentina

 Destronó a México | El país de América que tiene el mejor sistema educativo y no es Argentina



A través del Índice de Resultados Escolares se conoció el nivel académico de los jóvenes en edad escolar de América Latina.

Diciembre de 2025 

Cómo es el mejor sistema educativo de América Latina

En qué posición quedó México entre los sistemas educativos del continente

El Índice de Resultados Escolares (IRE) 2025 ha puesto el foco en la eficiencia educativa de América Latina, revelando a Chile y Uruguay como los países con los sistemas de mejor desempeño en la región.

Este ranking no solo mide el rendimiento académico sino la capacidad de los sistemas para asegurar la trayectoria escolar completa y oportuna de sus estudiantes.

El IRE utiliza datos estandarizados como los del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) para comparar los avances y los resultados académicos en toda la región. El indicador clave se centra en la proporción de adolescentes de 15 años que logran escolarización en el grado adecuado y alcanzan los niveles mínimos en Lectura y Matemática.

Cómo es el mejor sistema educativo de América Latina

Chile se destaca al encabezar la lista del Índice de Resultados Escolares. Un impresionante 38 de cada 100 estudiantes de 15 años completan su escolaridad en tiempo y forma, cumpliendo con los estándares de PISA 2022. Además, la cobertura escolar es alta, llegando al 95% de los jóvenes de hasta 17 años, demostrando una permanencia educativa sobresaliente.

Revelan cuál es el país de América Latina más inteligente y con mejor nivel de estudios.

En un cercano segundo lugar, Uruguay consolida su posición con 36 de cada 100 estudiantes completando su escolaridad de manera oportuna. En Matemática, Uruguay igualó el puntaje de Chile en PISA 2022 (409 puntos), situándose entre los mejores resultados latinoamericanos.

El desempeño de Uruguay también fue notable en Lectura y Ciencias, donde cerca del 59% de sus estudiantes alcanzaron el Nivel 2 mínimo esperado. Este porcentaje es significativamente mayor que el promedio regional, lo que subraya la calidad de sus niveles de rendimiento.

El informe, elaborado por el Observatorio de Argentinos por la Educación (con autoría de Martín Nistal, Eugenia Orlicki, Leyre Sáenz Guillén y Víctor Volman), subraya la importancia del IRE para evaluar la continuidad educativa.

En qué posición quedó México entre los sistemas educativos del continente

Tras los líderes, Perú se ubica en un sólido tercer puesto. El país andino logra que 28 de cada 100 estudiantes cumplan con los criterios del Índice de Resultados Escolares, mostrando un nivel de permanencia superior al de naciones como México, Brasil, Argentina, Colombia y Paraguay.


El Índice de Resultados Escolares 2025 ofrece un panorama educativo crucial, utilizando el cruce de datos de PISA con encuestas de hogares para medir simultáneamente la asistencia, el grado cursado y el rendimiento mínimo en asignaturas clave.

Este ranking es una herramienta esencial para el debate sobre la calidad de la educación en la región.

Ranking oficial y completo del Índice de Resultados Escolares 2025

Chile: 38

Uruguay: 36

Perú: 28

México: menos de 28

Brasil: menos de 28

Argentina: menos de 28

Colombia: menos de 28

Paraguay: menos de 28

El país de América Latina con mejor calidad de vida que supera a potencias mundiales Un informe de Numbeo ubicó a esta nación como el país con mejor calidad de vida de América Latina en 2025, superando a Chile, Costa Rica y hasta a potencias mundiales

 


El país de América Latina con mejor calidad de vida que supera a potencias mundiales

Un informe de Numbeo ubicó a esta nación como el país con mejor calidad de vida de América Latina en 2025, superando a Chile, Costa Rica y hasta a potencias mundiales

Diciembre de 2025 


Uruguay volvió a posicionarse como líder regional en materia de calidad de vida, según el ranking 2025 del Numbeo Quality of Life Index, la base de datos colaborativa más consultada del mundo sobre condiciones de vida. La nación rioplatense no solo encabeza la lista en América Latina, sino que además supera a países considerados potencias globales, como China, y se ubica dentro de los mejores puestos a nivel mundial.


Además del liderazgo regional, el informe de Numbeo 2025 muestra que Uruguay mantiene una tendencia de crecimiento sostenido en bienestar, consolidando mejoras iniciadas en la última década


¿Qué país encabeza la calidad de vida en América Latina según Numbeo?

De acuerdo con el informe Numbeo 2025, Uruguay ocupa el primer puesto regional con un índice de 139,81, una puntuación que se destaca ampliamente frente al resto de los países latinoamericanos evaluados.


El ranking mide nueve variables como poder adquisitivo, seguridad, sanidad, costo de vida, tráfico y tiempos de traslado, contaminación, clima, vivienda y calidad del entorno urbano.


En ese conjunto, Uruguay logra un rendimiento equilibrado que le permite mantenerse como referencia regional.



¿Por qué Uruguay lidera el ranking de calidad de vida?

El país se destaca por:


Estabilidad política y social, muy superior a la media latinoamericana.

Bajos índices de criminalidad en comparación con la región.

Sistema de salud accesible y con buenos niveles de cobertura.

Entorno ambiental favorable, con un clima moderado y menor contaminación.

Servicios urbanos eficientes y una infraestructura en constante mejora.

Aunque su poder adquisitivo no es el más alto del mundo, el balance general posiciona a Uruguay como el país latinoamericano con mejores condiciones para vivir, trabajar y desarrollarse.


Ranking: los países de América Latina con mejor calidad de vida en 2025

Según Numbeo, así quedó conformado el top regional:


Uruguay

Costa Rica

Ecuador

México

Panamá

Argentina

Brasil

Colombia

Chile

Bolivia

Perú

Venezuela

El informe también muestra fuertes contrastes: mientras Uruguay lidera, países como Venezuela, Perú y Bolivia se ubican entre los puestos más bajos debido a dificultades económicas, problemas de infraestructura y altos niveles de inseguridad.

¿Cómo se posiciona Uruguay frente al resto del mundo?

Uruguay no solo domina el ranking regional, sino que figura dentro del Top 50 mundial, compartiendo lugar con países desarrollados como:


Luxemburgo

Países Bajos

Dinamarca

Suiza

Finlandia

Nueva Zelanda

Australia

Estados Unidos

Japón

España

Con estos resultados, Uruguay se consolida como una de las naciones con mejor calidad de vida fuera del eje europeo-oceánico, y como el país latinoamericano que más se acerca a los estándares internacionales de bienestar.


Ciudadanos de Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y Perú podrán ingresar sin trámite previo (Foto: Shutterstock)
Ciudadanos de Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y Perú podrán ingresar sin trámite previo (Foto: Shutterstock)


via https://www.cronista.com/clase/break/el-pais-de-america-latina-con-mejor-calidad-de-vida-que-supera-a-potencias-mundiales/

Apoyo a madres y familiares detenidos desapRecidods de Uruguay

 



Ante la nota aparecida y firmada por Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos de Uruguay, expresamos nuestro apoyo más sincero y amplio a dicha organización, así como también nuestro más enérgico repudio al accionar del presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, perteneciente al Movimiento de Participación Popular (MPP).


Recordamos que este sector político siempre se opuso a la derogación de la Ley de Pretensión Punitiva del Estado sobre los delitos cometidos por militares que violaron los Derechos Humanos. Cabe preguntarse: ¿por qué se opusieron? ¿Por qué la preocupación del actual presidente —integrante del MPP— por la “salud” de estos asesinos, terroristas y violadores de Derechos Humanos, como lo son los militares y civiles procesados y condenados por crímenes de la dictadura cívico‑militar que asoló el Uruguay? ¿A qué se debe esta preocupación? ¿Qué hay detrás de todo esto?


No debemos olvidar el amiguismo y la defensa acérrima que realizó el exministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro —amigo personal y compañero de José “Pepe” Mujica cabe recordar “No quiero viejitos presos” refiriendose a esos militares —, hacia los militares condenados por delitos de lesa humanidad, así como su accionar sistemático entorpeciendo las investigaciones necesarias para conocer la verdad sobre los detenidos desaparecidos.


Todas estas interrogantes deben investigarse, y por ello expresamos nuestro total apoyo a la nota emitida por Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos de Uruguay, que transcribimos a continuación:


Trascendidos de prensa sobre la reunión reservada mantenida entre el Presidente

de la República y el Presidente de la Suprema Corte de Justicia —en la cual, según se ha informado,

el mandatario expresó preocupación por la salud de militares recluidos en el establecimiento

Domingo Arena— la Asociación de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos

manifiesta:


1. Resulta llamativa e improcedente toda “consulta” o señal de preocupación institucional

que pudiera interpretarse como sugerencia, sobre el Poder Judicial respecto de personas

procesadas y condenadas por delitos gravísimos cometidos durante el Terrorismo de Estado. La sola

visita de cortesía en este contexto genera un mensaje ambiguo hacia la ciudadanía y proyecta una

deferencia injustificada hacia quienes integraron un aparato criminal que actuó al margen de la

legalidad democrática.


2. Las personas recluidas en Domingo Arena no están privadas de libertad por delitos

comunes. Fueron juzgadas por secuestros, homicidios, desapariciones forzadas, torturas y

privaciones ilegítimas de la libertad. Más allá de su tipificación formal conforme a la Ley 18.026 —

norma que incorpora al derecho interno los crímenes de lesa humanidad y establece su

imprescriptibilidad—, estos hechos, por su gravedad, por la naturaleza de la afectación y por haber

sido cometidos por el aparato del Estado actuando de manera ilegítima y criminal, son considerados

crímenes inamnistiables.


3. Es imprescindible recordar, una y otra vez, que estas condenas no han sido dictadas a la

ligera. Todos los procesados y condenados han gozado de todas las garantías del debido proceso:

instancias de apelación, recursos de inconstitucionalidad, pedidos de prescripción, recursos de

casación y múltiples mecanismos de defensa. Garantías que no tuvieron jamás nuestros familiares

ni los presos y presas políticas de la dictadura, sometidos a detenciones clandestinas, torturas,

desapariciones y ejecuciones sin juicio alguno.


4. A su vez, quienes hoy cumplen pena en Domingo Arena continúan negándose

sistemáticamente a brindar información sobre el destino de las personas detenidas desaparecidas.

Esa negativa sigue lesionando gravemente nuestro derecho a la verdad y a la justicia plena. Cada

día sin información es una reiteración del crimen.


5. No corresponde presentar la situación de estas personas como si fueran víctimas de un

sistema penitenciario hostil. Muy por el contrario: se alojan en un establecimiento con condiciones

privilegiadas, muy distante del hacinamiento y la vulneración de derechos documentados en otros

centros de reclusión, tal como lo ha señalado reiteradamente el Comisionado Parlamentario.


6. Consideramos aberrante que, a 40 años de recuperada la democracia, se siga intentando

instalar en la opinión pública la idea de que estos criminales merecen un tratamiento excepcional.

La sociedad uruguaya ha luchado durante décadas para terminar con la impunidad. Retroceder en

este camino es inaceptable.


Reiteramos que la única vía para avanzar en la consolidación de una democracia plena es la

vigencia de la justicia, la verdad y la memoria. Ninguna señal política debe poner en duda la

legitimidad de los procesos judiciales ni el compromiso del Estado con la no repetición de los

crímenes más graves de nuestra historia.


Nunca más Terrorismo de Estado.


Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos


Firmado:

Secretariado Internacional de Red Contacto Sur

Lic. Rubén Suárez – DirectAnte la nota aparecida y firmada por Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos de Uruguay, expresamos nuestro apoyo más sincero y amplio a dicha organización, así como también nuestro más enérgico repudio al accionar del presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, perteneciente al Movimiento de Participación Popular (MPP).


Recordamos que este sector político siempre se opuso a la derogación de la Ley de Pretensión Punitiva del Estado sobre los delitos cometidos por militares que violaron los Derechos Humanos. Cabe preguntarse: ¿por qué se opusieron? ¿Por qué la preocupación del actual presidente —integrante del MPP— por la “salud” de estos asesinos, terroristas y violadores de Derechos Humanos, como lo son los militares y civiles procesados y condenados por crímenes de la dictadura cívico‑militar que asoló el Uruguay? ¿A qué se debe esta preocupación? ¿Qué hay detrás de todo esto?


No debemos olvidar el amiguismo y la defensa acérrima que realizó el exministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro —amigo personal y compañero de José “Pepe” Mujica cabe recordar “No quiero viejitos presos” refiriendose a esos militares —, hacia los militares condenados por delitos de lesa humanidad, así como su accionar sistemático entorpeciendo las investigaciones necesarias para conocer la verdad sobre los detenidos desaparecidos.


Todas estas interrogantes deben investigarse, y por ello expresamos nuestro total apoyo a la nota emitida por Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos de Uruguay, que transcribimos a continuación:


Trascendidos de prensa sobre la reunión reservada mantenida entre el Presidente

de la República y el Presidente de la Suprema Corte de Justicia —en la cual, según se ha informado,

el mandatario expresó preocupación por la salud de militares recluidos en el establecimiento

Domingo Arena— la Asociación de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos

manifiesta:


1. Resulta llamativa e improcedente toda “consulta” o señal de preocupación institucional

que pudiera interpretarse como sugerencia, sobre el Poder Judicial respecto de personas

procesadas y condenadas por delitos gravísimos cometidos durante el Terrorismo de Estado. La sola

visita de cortesía en este contexto genera un mensaje ambiguo hacia la ciudadanía y proyecta una

deferencia injustificada hacia quienes integraron un aparato criminal que actuó al margen de la

legalidad democrática.


2. Las personas recluidas en Domingo Arena no están privadas de libertad por delitos

comunes. Fueron juzgadas por secuestros, homicidios, desapariciones forzadas, torturas y

privaciones ilegítimas de la libertad. Más allá de su tipificación formal conforme a la Ley 18.026 —

norma que incorpora al derecho interno los crímenes de lesa humanidad y establece su

imprescriptibilidad—, estos hechos, por su gravedad, por la naturaleza de la afectación y por haber

sido cometidos por el aparato del Estado actuando de manera ilegítima y criminal, son considerados

crímenes inamnistiables.


3. Es imprescindible recordar, una y otra vez, que estas condenas no han sido dictadas a la

ligera. Todos los procesados y condenados han gozado de todas las garantías del debido proceso:

instancias de apelación, recursos de inconstitucionalidad, pedidos de prescripción, recursos de

casación y múltiples mecanismos de defensa. Garantías que no tuvieron jamás nuestros familiares

ni los presos y presas políticas de la dictadura, sometidos a detenciones clandestinas, torturas,

desapariciones y ejecuciones sin juicio alguno.


4. A su vez, quienes hoy cumplen pena en Domingo Arena continúan negándose

sistemáticamente a brindar información sobre el destino de las personas detenidas desaparecidas.

Esa negativa sigue lesionando gravemente nuestro derecho a la verdad y a la justicia plena. Cada

día sin información es una reiteración del crimen.


5. No corresponde presentar la situación de estas personas como si fueran víctimas de un

sistema penitenciario hostil. Muy por el contrario: se alojan en un establecimiento con condiciones

privilegiadas, muy distante del hacinamiento y la vulneración de derechos documentados en otros

centros de reclusión, tal como lo ha señalado reiteradamente el Comisionado Parlamentario.


6. Consideramos aberrante que, a 40 años de recuperada la democracia, se siga intentando

instalar en la opinión pública la idea de que estos criminales merecen un tratamiento excepcional.

La sociedad uruguaya ha luchado durante décadas para terminar con la impunidad. Retroceder en

este camino es inaceptable.


Reiteramos que la única vía para avanzar en la consolidación de una democracia plena es la

vigencia de la justicia, la verdad y la memoria. Ninguna señal política debe poner en duda la

legitimidad de los procesos judiciales ni el compromiso del Estado con la no repetición de los

crímenes más graves de nuestra historia.


Nunca más Terrorismo de Estado.


Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos


Firmado:

Secretariado Internacional de Red Contacto Sur

Lic. Rubén Suárez – Director

Luis Álvarez – Secretaría

Fecha: 4 de diciembre de 2025


or

Luis Álvarez – Secretaría

Fecha: 4 de diciembre de 2025



A la opinión pública uruguaya e internacional

 Montevideo, 4 de diciembre de 2025.



Ante los trascendidos de prensa sobre la reunión reservada mantenida entre el Presidente

de la República y el Presidente de la Suprema Corte de Justicia —en la cual, según se ha informado,

el mandatario expresó preocupación por la salud de militares recluidos en el establecimiento

Domingo Arena— la Asociación de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos

manifiesta:

1. Resulta llamativa e improcedente toda “consulta” o señal de preocupación institucional

que pudiera interpretarse como sugerencia, sobre el Poder Judicial respecto de personas

procesadas y condenadas por delitos gravísimos cometidos durante el Terrorismo de Estado. La sola

visita de cortesía en este contexto genera un mensaje ambiguo hacia la ciudadanía y proyecta una

deferencia injustificada hacia quienes integraron un aparato criminal que actuó al margen de la

legalidad democrática.

2. Las personas recluidas en Domingo Arena no están privadas de libertad por delitos

comunes. Fueron juzgadas por secuestros, homicidios, desapariciones forzadas, torturas y

privaciones ilegítimas de la libertad. Más allá de su tipificación formal conforme a la Ley 18.026 —

norma que incorpora al derecho interno los crímenes de lesa humanidad y establece su

imprescriptibilidad—, estos hechos, por su gravedad, por la naturaleza de la afectación y por haber

sido cometidos por el aparato del Estado actuando de manera ilegítima y criminal, son considerados

crímenes inamnistiables.

3. Es imprescindible recordar, una y otra vez, que estas condenas no han sido dictadas a la

ligera. Todos los procesados y condenados han gozado de todas las garantías del debido proceso:

instancias de apelación, recursos de inconstitucionalidad, pedidos de prescripción, recursos de

casación y múltiples mecanismos de defensa. Garantías que no tuvieron jamás nuestros familiares

ni los presos y presas políticas de la dictadura, sometidos a detenciones clandestinas, torturas,

desapariciones y ejecuciones sin juicio alguno.

4. A su vez, quienes hoy cumplen pena en Domingo Arena continúan negándose

sistemáticamente a brindar información sobre el destino de las personas detenidas desaparecidas.

Esa negativa sigue lesionando gravemente nuestro derecho a la verdad y a la justicia plena. Cada

día sin información es una reiteración del crimen.

5. No corresponde presentar la situación de estas personas como si fueran víctimas de un

sistema penitenciario hostil. Muy por el contrario: se alojan en un establecimiento con condiciones

privilegiadas, muy distante del hacinamiento y la vulneración de derechos documentados en otros

centros de reclusión, tal como lo ha señalado reiteradamente el Comisionado Parlamentario.

6. Consideramos aberrante que, a 40 años de recuperada la democracia, se siga intentando

instalar en la opinión pública la idea de que estos criminales merecen un tratamiento excepcional.


Nicaragua 1332 Apto. 205, 11800 / Montevideo, Uruguay / Tel. +598 2 929 16 25

E-mail: famidesa@adinet.com.uy / Web: www.desaparecidos.org.uy


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La sociedad uruguaya ha luchado durante décadas para terminar con la impunidad. Retroceder en

este camino es inaceptable.

Reiteramos que la única vía para avanzar en la consolidación de una democracia plena es la

vigencia de la justicia, la verdad y la memoria. Ninguna señal política debe poner en duda la

legitimidad de los procesos judiciales ni el compromiso del Estado con la no repetición de los

crímenes más graves de nuestra historia.


Nunca más Terrorismo de Estado.


Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos

12/01/2025

El PDC eligió presidente y se pronunció a favor de gravar al 1% de los más ricos

 

El PDC de Uruguay eligió presidente y se pronunció a favor de gravar al 1% de los más ricos

El PDC realizó su Convención Nacional y emitió una declaración en la que se manifestó contra el genocidio en Palestina y en favor de impulsar el 1% a los que más tienen.



El Partido Demócrata Cristiano (PDC) llevó a cabo su Convención Nacional este sábado, reuniendo a delegadas y delegados de todo el país en un espacio de amplio debate político. En el marco de la sesión, y tras la votación de los convencionales, Juan Martín Fernández fue proclamado como el nuevo presidente del PDC, iniciando así una nueva etapa para el Partido.


Durante la jornada, la Convención aprobó una Declaración Nacional que reafirma el compromiso histórico del PDC con su tradición humanista, su identidad frenteamplista y su vocación de trabajar por un país más justo, democrático e igualitario. El Partido sostuvo que, en tiempos donde la dignidad humana parece retroceder, ser humanistas no es solo una tradición, sino una emergencia ética y política.

Impuesto a los más ricos

Entre los principales ejes de la resolución, la Convención se comprometió con la reducción de la desigualdad y la erradicación de la pobreza infantil , impulsando políticas sostenidas que aborden las raíces estructurales del problema mediante trabajo decente, educación, cuidados de calidad, vivienda, integración urbana y oportunidades para el desarrollo de proyectos de vida. En materia económica, se consideró la necesidad de gravar el 1% al 1% más rico del país, junto con otros instrumentos que contribuyan a conformar un sistema tributario más justo y progresivo, capaz de fortalecer las políticas públicas y promover la creación de empleo.

A nivel internacional, el PDC emitió un pronunciamiento por la paz y el fin del genocidio en Palestina , reclamando un alto el fuego inmediato, el respeto irrestricto al derecho internacional y una solución política que garantice la autodeterminación de los pueblos.

 

La Convención también manifestó su apoyo al gobierno nacional encabezado por el compañero Yamandú Orsi y reconoció las gestiones departamentales frenteamplistas en Canelones, Montevideo y las experiencias emergentes en Río Negro y Lavalleja, valorando su aporte a un modelo de gestión participativa y transformadora.

 

Además, se brindó apoyo a la continuidad de Fernando Pereira en la presidencia del Frente Amplio, destacando su liderazgo ético, su rol en la construcción de unidad y su contribución al fortalecimiento de la fuerza política.


Via Caras y Caretas Uruguay

11/29/2025

Orsi- Bukele

 


Orsi respecto a Bukele: una peligrosa simplificación política


Las recientes declaraciones del presidente uruguayo Yamandú Orsi, dirigente del Movimiento de Participación Popular (MPP) —sector pequeño burgués históricamente oscilante entre el progresismo discursivo y la adaptación institucional—, merecen una crítica severa y sin medias tintas. Sus comentarios, presentados como un gesto de reconocimiento hacia Nayib Bukele, no solo banalizan un proceso profundamente complejo como el salvadoreño, sino que además normalizan un modelo de poder que, en nombre de la seguridad, avanza peligrosamente sobre la democracia.


Cuando el presidente de un país con la trayectoria institucional de Uruguay legitima aunque sea parcialmente el “método Bukele”, está enviando un mensaje sumamente grave: que la seguridad se puede construir a costa de derechos, libertades y garantías constitucionales. Bukele ha impuesto un régimen que concentra poder, manipula instituciones, sofoca a la prensa independiente y utiliza el encarcelamiento masivo como espectáculo político. ¿Es esa la referencia que Orsi considera válida? ¿Es ese el camino que pretende señalar desde el sillón presidencial?


Separar los supuestos “resultados” del método autoritario que los produjo es caer en una trampa peligrosa. Es repetir el eterno argumento que ha justificado a caudillos y dictaduras: “funciona, aunque sea autoritario”. La historia de América Latina demuestra que esa fórmula siempre termina con más violencia, más arbitrariedad y menos democracia. Uruguay no puede darse el lujo de aceptar ese razonamiento, especialmente viniendo de un presidente que se presenta como heredero de una tradición popular y republicana.


Pero lo más inquietante es el oportunismo político. En vez de impulsar un debate serio sobre seguridad, crimen organizado y narcotráfico —desafíos reales que requieren políticas de Estado y no eslóganes efectistas—, Orsi opta por coquetear discursivamente con la “mano dura”, buscando empatizar con sectores frustrados o temerosos. Esa actitud contradice la esencia de una izquierda que históricamente defendió la democracia, los derechos humanos y la justicia social, incluso en las peores adversidades.


La inseguridad no se resuelve con estados de excepción permanentes, prisiones desbordadas sin debido proceso, ni con un liderazgo de estilo mesiánico que gobierna por redes sociales. Ese es el camino hacia el deterioro institucional, no hacia la paz social. Uruguay tiene la oportunidad de demostrar —una vez más— que es posible garantizar seguridad sin destruir la democracia, pero para eso necesita claridad ideológica y valentía política, no ambigüedades peligrosas ni guiños populistas.


La normalización del “modelo Bukele” es una amenaza directa al equilibrio republicano. Cuando un presidente uruguayo suaviza o relativiza ese tipo de liderazgo, abre un precedente que puede erosionar la confianza en las instituciones y legitimar prácticas autoritarias bajo la excusa de la eficiencia. Cada palabra pesa, especialmente en un continente donde las democracias ya enfrentan tensiones crecientes.


Si Uruguay quiere seguir siendo faro regional de estabilidad democrática, sus dirigentes —y especialmente su presidente— deben actuar con firmeza, coherencia y responsabilidad. La seguridad no puede ser una excusa para abandonar principios fundamentales, ni la popularidad de un mandatario extranjero puede eclipsar los riesgos de copiar modelos basados en el atropello institucional.



Lic. Rubén Suárez

Director de Red Contacto Sur

29 de noviembre 2025 

redcontactosur@gmail.com 

+598 97085530 +5491151500871 +591 71390186 


11/25/2025

Defensa de la cultura

 


 DEFENSA DE LA CULTURA AUTÉNTICA DE LOS PUEBLOS

En los últimos años hemos visto cómo, en diversas colectividades del mundo, se ha instalado un modelo de “celebración” basado en la ostentación, la farra, el derroche y la contratación de artistas sin proyección internacional. Estos eventos, lejos de fortalecer la identidad cultural, terminan reproduciendo lógicas ajenas, superficiales y funcionales a un sistema que busca distraer, confundir y despolitizar a las comunidades migrantes, especialmente en un momento crítico a nivel global con la problemática de las migraciones.

Mientras los pueblos enfrentan desafíos profundos —crisis económicas, persecución, discriminación, violencias estructurales y políticas migratorias cada vez más hostiles— se promueven festivales y bailes que no ponen en valor lo originario, lo ancestral ni lo auténtico de cada país. Por el contrario, se rinde culto a la música en inglés, al espectáculo vacío y a la estética importada que siempre ha servido para imponer una visión imperial que desarma, divide y desidentifica a los pueblos.

Esta lógica de farándula no es inocente. Es parte de una política comunicacional imperialista que pretende instalar la idea de que el bienestar pasa por el consumo, la fiesta permanente y el vaciamiento de valores colectivos. Un modelo que, además, empuja a sectores vulnerables hacia vicios destructivos como el alcoholismo y la droga, elementos centrales de una estructura capitalista que ha hecho de la dependencia, el consumo y la alienación su forma de dominación.

Lo vemos permanentemente en algunos medios de comunicación que se autodenominan “comunitarios” o “representantes de las colectividades”, pero que en realidad actúan como simples amplificadores de estas prácticas superficiales. En lugar de defender la identidad de los pueblos, terminan incentivando manifestaciones que refuerzan la lógica del espectáculo vacío, del consumo irresponsable y del sometimiento cultural. Lejos de ser espacios de construcción colectiva, se convierten en engranajes que reproducen —con plena obediencia— los intereses del imperialismo y su estrategia de opresión simbólica.

No es casual que el mayor consumidor y exportador de drogas del mundo sea justamente Estados Unidos. No es casual que desde allí se produzcan los contenidos, las estéticas y las modas que luego se imponen globalmente. Lo hemos visto históricamente: guerras disfrazadas de “lucha contra el narcotráfico” mientras se sostiene y financia el mismo negocio que dicen combatir.

Por eso es urgente denunciar esta superficialidad promovida desde ciertos sectores mediáticos, especialmente aquellos que se esconden detrás del rótulo de “comunitarios”, pero que reproducen como eco la agenda imperial que busca desarraigar, despolitizar y desmovilizar a los pueblos migrantes.

Debemos promover una comunicación responsable, crítica y comprometida, que ponga en valor la cultura real de cada país: sus danzas, sus lenguas, sus ritmos ancestrales, su historia, su lucha y su dignidad. Una comunicación que eleve la conciencia, que fomente el pensamiento, que conecte a los migrantes con su raíz y no con la caricatura superficial que se intenta imponer desde afuera.

Desde Red Contacto Sur reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de la identidad cultural, la soberanía comunicacional y la unidad de nuestros pueblos frente a cualquier intento de dominación simbólica o ideológica.

Firmado:

Lic. Rubén Suárez

Director – Red Contacto Sur

Noviembre 2025 /Buenos Aires 


11/23/2025

Publicidad oficia en Bolivia gasto mas que en salud y educación on l

 




La propaganda del MAS superó la inversión en salud y educación durante casi una década

La propaganda del MAS superó la inversión en salud y educación durante casi una década

Estos recursos se destinaron a la promoción de proyectos concluidos, pero también a obras inconclusas o carentes de utilidad social, como el Museo de Orinoca, símbolo del derroche y de la ineficiencia 

VIA Brújula Digital

Mirna Quezada Siles

Durante las dos décadas de gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) en Bolivia, el gasto en publicidad oficial alcanzó proporciones históricas, convirtiéndose en un elemento central de la estrategia política y comunicacional del poder. 

Según estimaciones del economista Julio Linares, en su análisis “Gasto en Publicidad Gubernamental, el despilfarro en la promoción caudillista”, publicado en el boletín informativo “Mediaciones Latinoamérica”, entre 2006 y 2023 se erogaron aproximadamente 5.182 millones de bolivianos en propaganda estatal. 

Estos recursos se destinaron a la promoción de proyectos concluidos, pero también a obras inconclusas o carentes de utilidad social, como el Museo de Orinoca, símbolo del derroche y de la ineficiencia pública.

El análisis de Linares sobre el periodo 2010-2018 muestra que el gasto en comunicación y publicidad superó los 5.396 millones de bolivianos, cifra incluso mayor que la inversión total en sectores esenciales como salud (4.068 millones) o educación (1.875 millones). Esta desproporción evidencia la prioridad política del aparato comunicacional frente a las necesidades sociales. 

De esa manera, la comunicación gubernamental se transformó en una forma de culto a la personalidad presidencial, financiada con recursos públicos, con el fin de reforzar la imagen del “caudillo” a través de todos los medios posibles: televisión, radio, prensa, internet, gigantografías y actos públicos masivos.

La lógica de este gasto, según Linares, estuvo vinculada a la alta frecuencia de procesos electorales –entre 2006 y 2018– y a la necesidad de mantener un discurso hegemónico basado en la exaltación del liderazgo presidencial. El gasto comunicacional no solo creció en volumen, sino también en alcance, al incluir la creación y mantenimiento de un sistema de medios estatales compuesto por Bolivia TV, Radio Patria Nueva, el periódico Cambio, la Agencia Boliviana de Información (ABI) y la Red de Radios Originarias, los cuales dependían casi completamente de la financiación estatal. 

Entre 2010 y 2018, la sola administración de estos medios consumió 1.319 millones de bolivianos, lo que demuestra su sostenibilidad política antes que económica.

El propio Linares advirtió que el gasto en propaganda estatal fue parte de un sistema de “mentira institucionalizada”, donde la comunicación oficial se utilizó como instrumento para manipular la opinión pública. 

En ese sentido, el gobierno convirtió la falsedad en una herramienta política permanente, difundida por medios oficiales y redes sociales, especialmente dirigida a los sectores más vulnerables. Según el economista, de los 5.182 millones de bolivianos gastados, 3.681 millones provinieron del órgano ejecutivo, 900 millones de entidades descentralizadas y 600 millones de empresas públicas. Estos recursos, argumenta, podrían haber transformado la infraestructura del país si se hubiesen destinado a salud, educación o desarrollo productivo.

La concentración del gasto en comunicación muestra que, durante el periodo analizado, la prioridad gubernamental fue la autopromoción antes que el bienestar social. El Ministerio de Comunicación llegó a ocupar el décimo lugar en el ranking presupuestario del Órgano Ejecutivo, con 2.219 millones de bolivianos ejecutados en cinco años, superando a carteras como Justicia, Minería, Deportes o Culturas. Este patrón se repitió en los años electorales, cuando los presupuestos del área aumentaban significativamente, como ocurrió en 2014 y 2019.

El Instituto de Investigaciones Aplicadas al Desarrollo (IIADI) documentó que, entre 2010 y 2018, el presupuesto destinado a publicidad y comunicación por entidades del gobierno central alcanzó 2.970 millones de bolivianos, mientras que la administración de medios estatales absorbió 1.318 millones adicionales. 

En ese periodo, el gasto comunicacional se incrementó un 328%, pasando de 210 millones en 2010 a 900 millones en 2018. Esta expansión del gasto público respondió a una política comunicacional centrada en mantener una presencia mediática constante del liderazgo presidencial y en consolidar una narrativa de éxito estatal, independientemente de los resultados reales de gestión.

Durante la gestión de Luis Arce, esta tendencia continuó. De acuerdo con datos del Sistema de Información de Contrataciones Estatales (SICOES) sistematizados por Bolivia Verifica, entre julio y noviembre de 2025 el gobierno destinó 31,1 millones de bolivianos en contratos publicitarios distribuidos en 42 medios de comunicación, incluyendo televisivos, radiales, impresos y digitales. 

Los contratos más altos fueron adjudicados a cadenas como PAT (6 millones), Unitel (4 millones), Red Uno (3 millones) y Gigavisión (2,5 millones). Solo el Ministerio de la Presidencia concentró el 77,5% de todo ese gasto, con 24,1 millones de bolivianos.

De acuerdo con las investigaciones de Linares, el IIADI y medios como Bolivia Verifica y Brújula Digital, la publicidad oficial fue utilizada como herramienta de control político y simbólico. Su función trascendió lo informativo para consolidar una estructura comunicacional orientada a reforzar la hegemonía del poder y a sostener el culto a la figura presidencial. 

El gasto en medios, actos públicos y propaganda se convirtió en una estrategia permanente de legitimación política, con un alto costo económico y democrático para el país.

No obstante, la reducción o eliminación total de la publicidad estatal también conlleva un costo institucional y comunicacional. La falta de campañas oficiales podría afectar la capacidad del Estado para informar a la ciudadanía sobre políticas públicas, programas sociales, emergencias sanitarias o proyectos de desarrollo. Una comunicación pública responsable, fiscalizada y orientada al interés general es indispensable en una democracia moderna. 

Por ello, el reto no radica en eliminar la publicidad gubernamental, sino en regularla bajo criterios de transparencia, utilidad pública y equilibrio informativo, evitando que se convierta nuevamente en un instrumento de propaganda política o personalista.

BD/RPU




 




Estos recursos se destinaron a la promoción de proyectos concluidos, pero también a obras inconclusas o carentes de utilidad social, como el Museo de Orinoca, símbolo del derroche y de la ineficiencia 

VIA Brújula Digital

Mirna Quezada Siles

Durante las dos décadas de gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) en Bolivia, el gasto en publicidad oficial alcanzó proporciones históricas, convirtiéndose en un elemento central de la estrategia política y comunicacional del poder. 

Según estimaciones del economista Julio Linares, en su análisis “Gasto en Publicidad Gubernamental, el despilfarro en la promoción caudillista”, publicado en el boletín informativo “Mediaciones Latinoamérica”, entre 2006 y 2023 se erogaron aproximadamente 5.182 millones de bolivianos en propaganda estatal. 

Estos recursos se destinaron a la promoción de proyectos concluidos, pero también a obras inconclusas o carentes de utilidad social, como el Museo de Orinoca, símbolo del derroche y de la ineficiencia pública.

El análisis de Linares sobre el periodo 2010-2018 muestra que el gasto en comunicación y publicidad superó los 5.396 millones de bolivianos, cifra incluso mayor que la inversión total en sectores esenciales como salud (4.068 millones) o educación (1.875 millones). Esta desproporción evidencia la prioridad política del aparato comunicacional frente a las necesidades sociales. 

De esa manera, la comunicación gubernamental se transformó en una forma de culto a la personalidad presidencial, financiada con recursos públicos, con el fin de reforzar la imagen del “caudillo” a través de todos los medios posibles: televisión, radio, prensa, internet, gigantografías y actos públicos masivos.

La lógica de este gasto, según Linares, estuvo vinculada a la alta frecuencia de procesos electorales –entre 2006 y 2018– y a la necesidad de mantener un discurso hegemónico basado en la exaltación del liderazgo presidencial. El gasto comunicacional no solo creció en volumen, sino también en alcance, al incluir la creación y mantenimiento de un sistema de medios estatales compuesto por Bolivia TV, Radio Patria Nueva, el periódico Cambio, la Agencia Boliviana de Información (ABI) y la Red de Radios Originarias, los cuales dependían casi completamente de la financiación estatal. 

Entre 2010 y 2018, la sola administración de estos medios consumió 1.319 millones de bolivianos, lo que demuestra su sostenibilidad política antes que económica.

El propio Linares advirtió que el gasto en propaganda estatal fue parte de un sistema de “mentira institucionalizada”, donde la comunicación oficial se utilizó como instrumento para manipular la opinión pública. 

En ese sentido, el gobierno convirtió la falsedad en una herramienta política permanente, difundida por medios oficiales y redes sociales, especialmente dirigida a los sectores más vulnerables. Según el economista, de los 5.182 millones de bolivianos gastados, 3.681 millones provinieron del órgano ejecutivo, 900 millones de entidades descentralizadas y 600 millones de empresas públicas. Estos recursos, argumenta, podrían haber transformado la infraestructura del país si se hubiesen destinado a salud, educación o desarrollo productivo.

La concentración del gasto en comunicación muestra que, durante el periodo analizado, la prioridad gubernamental fue la autopromoción antes que el bienestar social. El Ministerio de Comunicación llegó a ocupar el décimo lugar en el ranking presupuestario del Órgano Ejecutivo, con 2.219 millones de bolivianos ejecutados en cinco años, superando a carteras como Justicia, Minería, Deportes o Culturas. Este patrón se repitió en los años electorales, cuando los presupuestos del área aumentaban significativamente, como ocurrió en 2014 y 2019.

El Instituto de Investigaciones Aplicadas al Desarrollo (IIADI) documentó que, entre 2010 y 2018, el presupuesto destinado a publicidad y comunicación por entidades del gobierno central alcanzó 2.970 millones de bolivianos, mientras que la administración de medios estatales absorbió 1.318 millones adicionales. 

En ese periodo, el gasto comunicacional se incrementó un 328%, pasando de 210 millones en 2010 a 900 millones en 2018. Esta expansión del gasto público respondió a una política comunicacional centrada en mantener una presencia mediática constante del liderazgo presidencial y en consolidar una narrativa de éxito estatal, independientemente de los resultados reales de gestión.

Durante la gestión de Luis Arce, esta tendencia continuó. De acuerdo con datos del Sistema de Información de Contrataciones Estatales (SICOES) sistematizados por Bolivia Verifica, entre julio y noviembre de 2025 el gobierno destinó 31,1 millones de bolivianos en contratos publicitarios distribuidos en 42 medios de comunicación, incluyendo televisivos, radiales, impresos y digitales. 

Los contratos más altos fueron adjudicados a cadenas como PAT (6 millones), Unitel (4 millones), Red Uno (3 millones) y Gigavisión (2,5 millones). Solo el Ministerio de la Presidencia concentró el 77,5% de todo ese gasto, con 24,1 millones de bolivianos.

De acuerdo con las investigaciones de Linares, el IIADI y medios como Bolivia Verifica y Brújula Digital, la publicidad oficial fue utilizada como herramienta de control político y simbólico. Su función trascendió lo informativo para consolidar una estructura comunicacional orientada a reforzar la hegemonía del poder y a sostener el culto a la figura presidencial. 

El gasto en medios, actos públicos y propaganda se convirtió en una estrategia permanente de legitimación política, con un alto costo económico y democrático para el país.

No obstante, la reducción o eliminación total de la publicidad estatal también conlleva un costo institucional y comunicacional. La falta de campañas oficiales podría afectar la capacidad del Estado para informar a la ciudadanía sobre políticas públicas, programas sociales, emergencias sanitarias o proyectos de desarrollo. Una comunicación pública responsable, fiscalizada y orientada al interés general es indispensable en una democracia moderna. 

Por ello, el reto no radica en eliminar la publicidad gubernamental, sino en regularla bajo criterios de transparencia, utilidad pública y equilibrio informativo, evitando que se convierta nuevamente en un instrumento de propaganda política o personalista.

BD/RPU




 




11/11/2025

El nuevo Canciller Fernando Aramayo plantea una reestructuración integral de la diplomacia boliviana

 


El nuevo Canciller Fernando Aramayo plantea una reestructuración integral de la diplomacia boliviana

El nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Fernando Aramayo Carrasco, fue presentado este martes ante el personal de la Cancillería, en un acto en el que delineó los principales ejes de su gestión y subrayó la necesidad de una profunda reestructuración de la política exterior boliviana. “Creo que hay que reestructurar la diplomacia, la política exterior y la arquitectura institucional que tenemos. Debemos empezar a pensar desde la geoeconomía y en la diplomacia digital. Nuestras delegaciones no deben ser solo políticas, sino también comerciales”, afirmó.

Aramayo, quien fue invitado por el presidente Rodrigo Paz Pereira a asumir esta responsabilidad, destacó que acepta el reto con humildad y compromiso. “Aspiro poder atender a la altura de las circunstancias del mandato que asumo. El presidente Paz, fue muy claro al recordarnos que no estamos en el gabinete por méritos acumulados, sino porque la patria nos convoca a servir con responsabilidad y entrega al pueblo boliviano”, expresó.

El Canciller anunció que se adoptarán decisiones administrativas a corto plazo para modernizar la gestión institucional y fortalecer la presencia internacional del país. “Debemos pensar de manera sistémica, posicionarnos rápidamente en los mercados y aprovechar las ventajas competitivas que el mundo nos ofrece. Si al gobierno le va bien, nos irá bien a todos; si le va mal, nos irá mal a todos”, señaló, insistiendo en la necesidad de una acción coordinada y unificada al servicio del desarrollo nacional.

Durante su intervención, Aramayo subrayó que el objetivo del gobierno no es administrar crisis, sino construir prosperidad. “La pobreza no se supera dándole a la gente aspiraciones mínimas; todos aspiramos a vivir la vida que queremos vivir. Nuestro deber es brindar las condiciones para que cada boliviana y boliviano pueda elegir su propio destino”, enfatizó.

El ministro también exhortó al personal de la Cancillería a trabajar con espíritu colectivo, dejando de lado los egos y las jerarquías innecesarias. “Este no es un trabajo de oficina, es un compromiso de 24 – 7. Nos toca mirar hacia adelante, rescatar lo bueno, aprender de los errores y actuar con madurez, sabiduría y lucidez”, indicó, reconociendo los desafíos que impone el contexto global y regional actual.

Finalmente, Aramayo expresó su profundo respeto por la institución y por quienes lo precedieron en el cargo. “Tengo claro que la silla que voy a ocupar no es mía. Mi misión es dejarla mejor de lo que la recibí, con un estándar más alto, porque representa al país y a todas las bolivianas y los bolivianos. Este no es un trabajo que pueda realizar solo; solo avanzaremos si lo hacemos juntos y con sentido de patria”, concluyó.

s economista y magíster en Gestión y Políticas Públicas, con formación complementaria en métodos estadísticos para la investigación social, evaluación de programas de reducción de la pobreza y estadísticas de género. Posee 25 años de experiencia en el diseño, gestión y evaluación de programas y proyectos en contextos de desarrollo, crisis y poscrisis, aplicando metodologías cuantitativas y cualitativas con un enfoque multicultural.

Ha sido autoridad pública, asesor de políticas y mediador en procesos clave como la Asamblea Constituyente de Bolivia y el Censo Nacional de Población y Vivienda de 2001. Trabajó como coordinador de gestión programática del PNUD en Bolivia y asesor en democracia y desarrollo de la Oficina Regional del PNUD para América Latina y el Caribe. Su experiencia internacional abarca América Latina, África y Medio Oriente, colaborando con organismos como la GIZ y el PNUD en áreas de gobernanza democrática, construcción de paz, desarrollo institucional, autonomías y análisis de conflictos

Via Cancilleria Bolivia.

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