*Bloqueos de Morales: Un Ecosistema Político Cambiante y Lecciones de Waterloo*
_Por Juan Gabinsky_
El reciente intento de Evo Morales de imponer un bloqueo nacional en Bolivia, en un esfuerzo por reafirmarse como candidato para las elecciones de 2025, invita a una comparación histórica intrigante con el fracaso de Napoleón en Waterloo. A primera vista, las circunstancias de un líder sudamericano del siglo XXI y un emperador europeo del siglo XIX pueden parecer disímiles, pero un análisis más profundo revela paralelismos sorprendentes en cuanto a la dinámica del poder y el cambio de las corrientes populares.En 2023, Morales intentó medidas similares tras su derrota en la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), encontrando un fracaso rotundo. Este revés evoca la batalla de Waterloo de Napoleón, donde la sobreconfianza y la desconexión con la realidad de un líder antes invencible llevaron a su caída.
Ambos líderes, en distintos momentos históricos, parecen haber malinterpretado el cambiante paisaje político y social que los rodeaba.Crucialmente, Morales enfrenta ahora un ecosistema político donde las fuerzas de los movimientos sociales, que una vez fueron su respaldo más firme, se han distanciado de él.
La decisión del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) de diciembre de 2023, que dictaminó que Morales no puede presentarse como candidato, es un reflejo de este cambio de marea. Al igual que Napoleón, que subestimó la coalición de fuerzas en su contra, Morales parece no reconocer completamente el alejamiento de su base de apoyo tradicional.Esta situación resalta una lección fundamental en política: el poder y el apoyo son fenómenos fluidos, sujetos a los caprichos cambiantes de la historia y la sociedad. Así como Napoleón no pudo adaptarse a la nueva realidad post-exilio, Morales parece estar luchando para navegar en un panorama boliviano que ya no responde a su llamado como antes.
El intento de Morales de reinstaurarse mediante tácticas previamente exitosas, como los bloqueos nacionales, podría no solo ser ineficaz sino también contraproducente. La historia nos enseña que el poder, una vez perdido, rara vez se recupera por los mismos medios que lo obtuvo. En lugar de replicar estrategias pasadas, Morales y líderes en situaciones similares harían bien en reconsiderar su enfoque, adaptándose a las realidades políticas emergentes que definen el siglo XXI.
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