Comunicados oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados del Estado de Palestina

Comunicados oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados

del Estado de Palestina

Del 16 al 23 de febrero, 2024

1. Construir miles de nuevas unidades coloniales profundiza aún más la anexión de Cisjordania y socava la oportunidad de implementar la solución de dos Estados

El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados condena en los términos más enérgicos lo informado por los medios de comunicación hebreos sobre un plan israelí impulsado por el gobierno de ocupación para construir más de 3.300 nuevas unidades de asentamiento en la Cisjordania ocupada. Lo considera un intento oficial israelí de anexar Cisjordania, incluida Jerusalén Este; socavar cualquier oportunidad de consagrar el Estado palestino sobre el terreno; y un desafío flagrante a las resoluciones de legitimidad internacional, incluida la Resolución 2334; y los esfuerzos que se están realizando para detener la guerra y resolver el conflicto por medios políticos.

El fracaso internacional en implementar las resoluciones de las Naciones Unidas sobre los asentamientos y la cuestión palestina alienta al gobierno israelí a persistir en la profundización y expansión de los asentamientos, y en plantar más focos de terrorismo judío en la tierra del Estado de Palestina, lo que amenaza encender más al conflicto y sumergirlo en un espiral de violencia y caos difícil de controlar.

2. Los principios de Netanyahu significan volver a ocupar la Franja de Gaza y obstruir los esfuerzos estadounidenses e internacionales para establecer un Estado palestino.

El plan de Netanyahu sirve a su interés de prolongar la guerra para permanecer en el poder.

El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados rechaza enérgicamente lo que los medios hebreos denominaron “los principios de Netanyahu para el día después de la guerra”; los considera un reconocimiento oficial de la reocupación de la Franja de Gaza y la imposición del control israelí sobre ella. Además de ser un plan para prolongar la guerra de genocidio contra nuestro pueblo y un intento de ganar más tiempo para desplazar forzosamente a nuestro pueblo. Es también una maniobra para interceptar y frustrar los esfuerzos internacionales realizados para detener la guerra, liberar a los prisioneros y rehenes, resolver el conflicto y consagrar al Estado palestino sobre el terreno.

Los principios de Netanyahu explican el motivo de su hostilidad y exclusión de la legítima Autoridad Palestina, revelan su rechazo al Estado palestino y a las soluciones políticas al conflicto, y su elección de la guerra y violencia para prolongar su presencia y la del extremismo en el poder.

Frente a esta percepción colonial racista, el ministerio pide a la administración estadounidense reconocer de forma urgente al Estado palestino, apoyar su membresía plena en las Naciones Unidas y comenzar acuerdos internacionales para celebrar una conferencia de paz internacional que ponga fin a la ocupación; y permitir que nuestro pueblo ejerza su derecho a la libre autodeterminación, con dignidad y en su tierra, tal como se ha indicado en todas las resoluciones de legitimidad internacional.

3. Israel impide deliberadamente la entrada de ayuda para implementar sus planes de desplazamiento forzoso

Reemplazar las soluciones políticas con el control de seguridad israelí sobre Cisjordania y la Franja de Gaza allana el camino para la próxima guerra.

Por 139o día, el gobierno israelí continúa profundizando la guerra genocida contra nuestro pueblo sin atender las reiteradas advertencias internacionales sobre las catastróficas consecuencias para la vida de más de 2.2 millones de palestinos en la Franja de Gaza; a pesar de las resoluciones internacionales pertinentes, incluida la orden de medidas provisionales de la Corte Internacional de Justicia, la resolución del Consejo de Seguridad y las exigencias y llamamientos que unánimemente subrayan la necesidad de proteger a los civiles y satisfacer sus necesidades básicas. Israel sigue practicando las formas más abominables de venganza y racismo contra los civiles palestinos,sometiéndolos a castigos colectivos sin precedentes; además de continuar con los brutales bombardeos.

 El Estado ocupante continúa profundizando su guerra contra la ayuda humanitaria en las fronteras de la Franja de Gaza, impidiéndole a la población civil, entre ellos niños hambrientos, acceder a los alimentos. En adición, bombardeando a los camiones que se les permite entrar en el norte de Gaza, regocijándose de la multitud de personas con hambruna que intentan obtener algo de harina y otros alimentos. A esto se suma la contaminación ambiental y la propagación de epidemias y enfermedades infecciosas entre los niños. Según han advertido epidemiólogos estadounidenses, 85.000 palestinos en Gaza corren el riesgo de morir en un plazo de 6  meses por enfermedades, epidemias, escasez de alimentos y hambrunas.

El genocidio, la catástrofe humanitaria y la hambruna a los que están expuestos los palestinos en la Franja de Gaza no tienen precedentes en la historia de la humanidad, ante la ausencia de una respuesta israelí a las demandas internacionales de protección de los civiles, y la satisfacción de sus necesidades básicas. Más de 1,5 millones de palestinos están hacinados en Rafah, e Israel carece de un plan para ocuparse de estos civiles y otorgarles ayuda.

El gobierno israelí es diligente en sus intentos de perpetuar su ocupación de la Franja de Gaza y controlarla completamente, e imponer una realidad de seguridad militar en ella, lejos de cualquier visión u horizonte político.

La comunidad internacional, pero principalmente Israel, sabe que las soluciones de seguridad militar han fracasado en tratar con el pueblo palestino, quien ha estado bajo ocupación desde hace décadas.

Detener la guerra genocida y liberar a los detenidos palestinos es la única manera de proteger a los civiles y cubrir sus necesidades básicas. Es el comienzo necesario para restablecer el horizonte político de una resolución del conflicto, lo cual conduce a dejar atrás la violencia y lograr seguridad, estabilidad y prosperidad para la región y el mundo.

4. El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados condena el ataque y prejuicios israelíes contra el Presidente de la República Federativa de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva

El ministerio expresa su profundo apoyo y reconocimiento al Presidente Lula como amigo de los pueblos oprimidos y defensor de la justicia y la paz internacionales, y de los valores humanos frente a la injusticia, la tiranía y los crímenes de lesa humanidad. La historia recordará su postura como honorable e inconfundible.

El pueblo palestino siempre confió en que el Presidente Lula estaría firmemente de su lado, defendiendo sus derechos inalienables y apoyando a todos los pueblos a lo largo de su lucha por los derechos humanos. La historia ha demostrado el papel fundamental de tales posturas tan sólidas adoptadas por el Presidente Lula para poner fin al colonialismo, desmantelar y derrotar a los regímenes de apartheid, similares a las del país amigo de Sudáfrica. Son posiciones de suma importancia y necesidad, hoy en día, para poner fin al último régimen de apartheid en el mundo y detener la guerra de genocidio cometida por el colonialismo israelí contra el pueblo palestino en Gaza.

El ministerio afirma su pleno apoyo al Presidente Lula y al solidario pueblo brasileño, e insta a todos los pueblos libres y líderes mundiales a apoyar los derechos de nuestro pueblo y permanecer en el lado correcto de la historia.

5. La decisión de la Knesset sobre el Estado palestino es inválida y carece de legalidad El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados condena la adopción por parte del Knesset israelí con una gran mayoría de una resolución para rechazar lo que llamó el reconocimiento unilateral del Estado palestino; lo considera un intento oficial israelí de desafiar a la comunidad internacional, rechazando el Estado palestino y siendo hostil a la paz; una insistencia israelí en capturar los derechos de nuestro pueblo por parte de una potencia ocupante, para mantener al Estado palestino como rehén en manos de la ocupación y sus intereses coloniales racistas.

El Ministerio reafirma que la membresía plena del Estado de Palestina en las Naciones Unidas y su reconocimiento por parte de los Estados no requiere el permiso de Netanyahu; y exige que se imponga al gobierno israelí todo el peso del derecho internacional para proteger la Solución de Dos Estados, y garantizar el éxito de cualquier negociación futura.

6. No garantizar que la ayuda humanitaria llegue a los civiles y a los niños en la Franja de Gaza es una caída moral sin justificación.

El fracaso internacional a la hora de proteger a los civiles palestinos y asegurar sus necesidades humanitarias básicas, especialmente a los niños, es un fracaso moral frente a la prueba de humanidad. Tal como indican los informes emitidos por las Naciones Unidas, UNICEF, La Organización Mundial de la Salud y el Programa Mundial de Alimentos: todos los niños de la Franja de Gaza están expuestos, de una manera u otra, a las formas más abominables de genocidio, ya sea en términos de escasez, si no de ausencia, de alimentos, agua potable y medicinas. Son necesidades y derechos básicos de los que se ven privados las 24 horas del día y por 137o día consecutivo, lo que conlleva a la propagación de la hambruna, especialmente en el norte de la Franja de Gaza.

Además de la desnutrición y la propagación de enfermedades infecciosas y epidemias. Esto es resultado de la guerra; la contaminación ambiental explica el aumento de la tasa de mortalidad entre los niños que no fueron asesinados por los bombardeos de la ocupación israelí.

Mientras tanto, el mundo asiste a una auténtica catástrofe y tragedia humana que viven nuestros niños en la Franja de Gaza, cuyas profundidades y efectos se amplían día tras día, sin que sus gritos y sufrimiento encuentren oídos que los escuchen; salvo algunas declaraciones. Sin más, sin que la comunidad internacional asuma la responsabilidad de tomar medidas. El mundo es testigo de cómo decenas de miles de civiles palestinos luchan desesperadamente por alcanzar cualquier convoy de ayuda que llegue al norte de la Franja de Gaza o a cualquier otra zona, en una expresión de la magnitud de la hambruna y la necesidad humanitaria de esta ayuda, a pesar de su escasez y teniendo en cuenta que las fuerzas de ocupación bombardean constantemente estos camiones.

Hasta ahora la comunidad internacional no ha logrado detener la guerra de genocidio contra nuestro pueblo. No ha logrado proteger a los civiles, y lo que es cada vez peor, no hay ninguna justificación moral para no proporcionar ayuda humanitaria alimenticia a los civiles que están muriendo de hambre en la Franja de Gaza por causa del asedio criminal israelí.

7. Las ollas vacías de los niños de Gaza revelan las verdaderas intenciones de Netanyahu de matarlos o desplazarlos Israel continúa construyendo un estrecho círculo de muerte, sin escapatoria, para los más de 2 millones de palestinos que viven en la Franja de Gaza - más de 400.000 en el norte de ésta-. Ya sea a través de los bombardeos masivos, hambre, sed y falta de medicinas. Miles de niños han sido vistos cargando ollas vacías y haciendo largas filas esperando algo de comida que no llega. Israel impide la entrada de camiones de ayuda o bombardea a aquellos que ingresan, provocando la muerte de niños, ancianos y pacientes, de hambre o por enfermedades derivadas de la desnutrición aguda. Enfermos palestinos mueren por falta de oxígeno o porque Israel destruye intencionalmente los generadores de los hospitales, como sucedió en el Hospital Médico Nasser de Khan Yunis.

Israel continúa profundizando la hambruna en el norte de Gaza hasta causar la muerte u obligándolos a emigrar y abandonar lo que queda de sus hogares. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue fracasando en garantizar la llegada de ayuda a los civiles palestinos, y a la luz de los reiterados anuncios de distintas agencias de la ONU sobre la imposibilidad de llevar a cabo sus tareas debido a los bombardeos israelíes y a los obstáculos por parte del Estado ocupante. La protección que otorgan algunos Estados a Israel para continuar con la devastadora guerra genocida en la Franja de Gaza debe cesar.

8. La destrucción de infraestructuras y propiedades por parte de la ocupación es la peor forma de castigo colectivo para empujar a los ciudadanos a emigrar. El gobierno israelí tiene responsabilidad total y directa por los crímenes y el terrorismo de los colonos ilegales.

El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados condena en los términos más enérgicos la bárbara invasión cometida por las fuerzas de ocupación en Jenin, dejando asesinados, heridos, detenidos, y destruyendo calles e infraestructuras.

Este hecho es un ataque a los cimientos de la existencia del ciudadano palestino en su tierra natal, saboteando sus economías ya deterioradas y débiles. Básicamente, profundizando los castigos colectivos contra los civiles, incitándolos a emigrar en búsqueda de un lugar seguro y una oportunidad de tener una vida estable y digna.

Por otra parte, el ministerio también condena el reciente ataque a una casa en la aldea de Deir Nizam, al norte de Ramallah, y a jóvenes en Duma, arrestándolos y golpeándolos. La escalada de la agresión de la ocupación contra nuestro pueblo prueba que la coalición extremista gobernante israelí está incendiando el escenario del conflicto con el objetivo de crear un caos que le permita escapar de los esfuerzos internacionales realizados para detener la agresión y resolver el conflicto por medios políticos, de conformidad con el principio de la solución de dos Estados. De esta manera, Israel tiene la oportunidad de profundizar su colonialismo y continuar con los crímenes de anexión gradual de la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Este.

El desprecio del gobierno israelí por todas las resoluciones, exigencias y llamamientos internacionales para detener la agresión y la escalada del conflicto requiere resoluciones vinculantes de la ONU que  obliguen al Estado ocupante a someterse a la voluntad internacional de paz; poniendo así fin a la continua impunidad y obligándolo a implementar las resoluciones de legitimidad internacional sobre la cuestión palestina.