Nuevo hallazgo en Batallón n° 14
El hallazgo ocurrió a las 13.30 horas, el 30 de julio, durante las tareas que diariamente desarrolla el equipo de antropólogos de la INDDHH. Inmediatamente se informó al director referente del área, Wilder Tayler, que se encontraba en sesión del Consejo Directivo y se retiró inmediatamente al predio del Batallón en Toledo.
Todo comenzó cuando uno de los maquinistas asignados al trabajo de la Búsqueda, Sebastián, dio vuelta con la retroexcavadora un cúmulo de tierra con fuerte presencia de cal. Allí se disparó el protocolo de trabajo de los antropólogos: se paró la máquina, se notificó en primer lugar a la organización Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, luego a la Fiscalía Especializada en Crímenes de Lesa Humanidad y al Ministerio de Defensa.
Luego comenzó el trabajo en detalle para desenterrar los restos con las herramientas adecuadas para la segura preservación del material óseo. El trabajo llevó más de 48 horas, en las que el equipo de antropólogos, liderados por Alicia Lusiardo operó sin pausa, incluso durante las noches, para cumplir con el objetivo de extraer el cuerpo y estar en condiciones de brindar una primera información a Familiares y la opinión pública.
El jueves 1º de agosto, el equipo preparó el espacio para recibir adecuadamente a los familiares en primer lugar y a la prensa después. Esto significó: nivelar y despejar el terreno colmado de ramas, para que quienes asistieran tuvieran un acceso seguro; pero también reacondicionar el área de un campamento en el que se trabaja diariamente y en el que el equipo permaneció durante esos tres últimos días.
La mañana del jueves amaneció nublada, con una eventual lluvia amenazante, los familiares fueron llegando al Batallón desde temprano, pero ingresaron al predio del hallazgo a las 10.30 de la mañana. Fue un momento de silencio, preguntas y abrazos, el clima acompañó con la salida del sol.
Una hora después ingresó la prensa, un numeroso grupo de periodistas avanzó hasta la zona protegida por cintas amarillas y a través de ellos comenzó la difusión de los detalles: los restos estaban enterrados a 90 centímetros de profundidad y a 170 metros aproximadamente del hallazgo anterior, que culminó con la identificación de Amelia Sanjurjo Casal. Según constataron los antropólogos del equipo de Búsqueda, el cuerpo fue enterrado boca abajo, con los brazos a los costados, sobre una capa de cal, cubiertos con el mismo material y con losa con arena y pedregullo, siguiendo el patrón de algunos hallazgos precedentes. Además, se encontró en el lugar un textil que corresponde a una camisa y una tapa metálica de algún tipo de bebida.
Al final de la tarde del jueves 1º, los restos fueron trasladados al laboratorio, donde habrá varios días de trabajo para la limpieza del material óseo. Luego se trabajará en la determinación de las características de la persona a la que pertenecen, como el sexo biológico, para finalmente enviar las piezas clave al Laboratorio de Genética Forense en Córdoba, Argentina, y así determinar la identidad de los restos mediante el análisis de ADN.
Se estima que las tareas de identificación podrían tomar menos tiempo que en el hallazgo anterior, que tomó once meses, ya que ahora se cuenta con un número importante de muestras de ADN con las cuales cotejar. Las perspectivas son esperanzadoras.
via https://www.gub.uy/institucion-nacional-derechos-humanos-uruguay/comunicacion/noticias/nuevo-hallazgo-batallon-n-14
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