Violacion DDHH en EL. SALVADOR

 

Denuncia y llamado internacional contra las violaciones de derechos humanos en El Salvador bajo el régimen de Nayib Bukele

Lic Rubén Suarez  

Ante los alarmantes hechos que se desarrollan en El Salvador, hacemos un llamado a la comunidad internacional, a los comunicadores, periodistas y a todos los sectores solidarios del mundo a visibilizar y actuar frente a las graves violaciones de derechos humanos que se cometen bajo el régimen del presidente Nayib Bukele.

Contexto de represión y censura

En los últimos años, el gobierno salvadoreño ha implementado medidas autoritarias que atentan contra los derechos fundamentales de su población. La concentración del poder en manos del Ejecutivo, el desmantelamiento del sistema de justicia, y la persecución sistemática contra voces críticas, tanto de periodistas comunicadores como de opositores, han generado un clima de miedo y represión.

Diversos organismos internacionales, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, han señalado que las políticas del gobierno, especialmente bajo el estado de excepción implementado en marzo de 2022, han resultado en más de 73,000 arrestos masivos sin garantías judiciales. Estas detenciones han sido denunciadas por ser arbitrarias, con innumerables testimonios de tortura, desapariciones y condiciones inhumanas en los centros de detención.

Criminalización de la prensa y exilio forzado

La situación para los periodistas en El Salvador es particularmente alarmante. Organizaciones como el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) han documentado múltiples casos de intimidación, vigilancia digital y amenazas directas contra medios independientes y reporteros. Desde 2021, el software espía Pegasus ha sido utilizado para monitorear a periodistas, violando su privacidad y poniendo en riesgo su integridad y la de sus fuentes.

El resultado de estas acciones es un éxodo forzado de comunicadores, muchos de los cuales han tenido que buscar refugio en el extranjero debido a las amenazas de encarcelamiento o violencia. Aquellos que permanecen en el país trabajan en condiciones de constante miedo, enfrentando un aparato estatal diseñado para silenciar cualquier crítica al régimen.

Estado de terror y violaciones sistemáticas

La narrativa oficial del gobierno de Bukele utiliza la “guerra contra las pandillas” como pretexto para justificar la implementación de políticas represivas. Sin embargo, la suspensión de derechos constitucionales, incluyendo el derecho al debido proceso, a la libertad de expresión y a la protesta pacífica, afecta a la población en general.

Además, hay pruebas consistentes de que el régimen ha mantenido negociaciones secretas con pandillas, según investigaciones periodísticas de medios como El Faro. Estas negociaciones revelan una doble moral en el discurso oficial, mientras miles de personas inocentes son víctimas de detenciones indiscriminadas y abusos.

Llamado a la acción internacional

Frente a esta crisis, exhortamos a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a la Organización de los Estados Americanos (OEA), a Amnistía Internacional, y a todas las instituciones internacionales que velan por los derechos humanos a tomar medidas inmediatas para garantizar la seguridad y la vida de las personas en El Salvador. Es imprescindible que se investiguen las denuncias de violaciones sistemáticas y que se presione al gobierno de Nayib Bukele para restaurar las garantías democráticas y el respeto a los derechos fundamentales.

Disponemos de materiales gráficos, entrevistas y testimonios de personas afectadas, los cuales están a disposición de quienes deseen conocer en profundidad los hechos que acontecen en El Salvador. Estos recursos están disponibles en las redes sociales y páginas de Red Contacto Sur, con el objetivo de fortalecer la conectividad internacional y alentar a los comunicadores y defensores de derechos humanos a solidarizarse con esta lucha.

Conclusión

El régimen de Bukele representa una amenaza no solo para el pueblo salvadoreño, sino también para los valores democráticos en toda la región. No podemos permanecer indiferentes ante este escenario de terror estatal. Es momento de unir esfuerzos a nivel global para denunciar estas atrocidades, exigir justicia y proteger a quienes luchan por la verdad y la libertad en El Salvador.

Lic Rubén Suárez Director