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domingo, 11 de junio de 2017

Lacalle alabando al dictador fascista Franco

Del libro: “TRASFOGUERO” de Luis Alberto LACALLE

 Editado por Talleres Gráficos Donostia – 1962 – Página 26 UN JEFE 

Verle, para nosotros que tanto habíamos oído hablar de él a los nuestros, fue algo muy especial. 
Con un poco de atrevimiento y mucha esperanza, habíamos solicitado la correspondiente
 audiencia. Concedida esta, parecía que nunca iba a llegar el día indicado, hasta que,
 por fin estábamos entrando al Pardo. Llegábamos con retraso para ver a la famosa guardia 
mora que nos fascinara de chicos con mil y una historias. 

Correctos guardias con un uniforme bastante común hacían sus veces. Salones y 
más salones entrevistos al pasar. Una breve espera junto al Marqués de Casa de Loja, 
y no tardaron en abrirse las puertas del despacho donde de pie y con mirada 
impenetrable esperaba Francisco Franco Bahamonde, jefe del Estado Español, 
en pocas letras “el caudillo”, nombre con el cual se le designó siempre en casa. 

De mediana estatura, vestido con castrense sencillez y elegancia. Su uniforme
 con banda roja de Capitán General a la cintura y en el pecho una sola condecoración.

 Una sola, pero suficiente para eclipsar a todas las del mundo: la Laureada, la de
 los sobrevivientes, la de los casi inmortales ! Pocos hombres han sido 
traídos y llevados en el comentario del mundo. Pocos hombres han gravitado 
tanto en la escena del mundo. 

Pocos han tenido tan larga parte en los planes de la Providencia. 
 En la vida, en la historia como toda cosa humana, la cifra es el hombre. 
Ideas, teorías, y planes se reducen a la unidad hecha a imagen y semejanza 
de Dios. El Jefe, el Conductor, el Caudillo, eternos en el tiempo son 
la sublimación de hombre sin perder por ello su esencial carácter de ser vivo y real.

 El que no concibe o no comprende la figura de un jefe, carece de un elemento 
primordial para juzgar los hechos. La raza latina es generosa en figuras enormes. 

En figuras que sin perder la dimensión de mortales, dejan en el paso del tiempo 
estampada su huella de manera particularmente imperecedera. Antes de conocer 
a Franco conocíamos ya un Jefe. El nuestro de ayer, de hoy, y de siempre. 

El caudillo de España era el segundo. Bastó que sus ojos claros miraran con 
profundidad para que lo comprendiéramos. Habló, más que habló, 
expuso. Cuarenta y cinco extraordinarios y maravillosos minutos. 

Ni una coma de lo dicho se ha borrado de la memoria. El tema: España. Occidente
, la obra de veinte y tres años, el futuro. Una mañana única en la vida. 

Por ello he querido que su recuerdo quedara grabado en estas páginas. 
Y porque al conocer a este hombre, le renovábamos la lealtad y la admiración 
 de tres generaciones de gente de nuestra sangre. ----- Simpatía por el demonio 

 El 3 de junio de 1940, el dictador Francisco Franco felicitó a Adolfo Hitler 
enviándole el siguiente mensaje: “Fürher: en el momento en que los ejércitos 
alemanes bajo su mando están llevando la mayor batalla de la historia hacia 
un victorioso final, quiero expresaros mi admiración y entusiasmo así como
 el de mi pueblo, que observa con honda emoción el victorioso curso de una 
lucha que consideran la propia, ya que lleva a término las esperanzas que 
ardieron ya en España cuando vuestras tropas se unieron con nosotros en 
la guerra contra los mismos y duros adversarios”. 

 Era ya un hecho probado que tropas alemanas e italianas habían apoyado 
a los militares que provocaron la guerra civil en España. Hitler y Mussolini 
extendían su dominio sobre nuevos territorios. El Fürher se entrevistó con 
Franco en la frontera hispano francesa, en una reunión en la que 
estuvieron presentes Von Ribbentrop, ministro de Relaciones Exteriores del Reich,
 y Serrano Suñer, ministro español. Algunas versiones señalaron que “al principio
 el Caudillo expresó su satisfacción por haber conseguido conocer 
personalmente al Fürher y le agradeció todo el apoyo recibido”. 

 “España se ha sentido siempre unida con el Eje -manifestó Franco en esa 
 ocasión-; en la Guerra Civil los soldados de los tres países lucharon juntos 
 y una profunda unidad surgió entre ellos. Igualmente España, en el futuro,
 se unirá estrechamente a Alemania porque, históricamente, habrá entre
 España y Alemania muchas fuerzas de unión y ninguna de separación”, 
agregó el dictador ibérico. 

 El franquismo, como el nazismo, polarizó fuerzas opuestas en todo el mundo. 
 La memoria no es lo que caracteriza fundamentalmente a los partidos 
políticos. Por ello, los antecedentes de simpatías hacia el fascismo suelen 
dejarse de lado . Sucede, sin embargo, que algunos testimonios 
(como los citados, por ejemplo) perduran. En Uruguay, uno de los
 actuales líderes del Partido Nacional, el doctor Luis Alberto Lacalle, 
publicó hace varios años un libro, recopilación de artículos suyos. 

Uno de ellos es, sin duda, testimonio de una ideología de la que no ha 
manifestado apartarse. Se titula “Un Jefe”, y es el relato entusiasta, 
conmovido, de su audiencia con Francisco Franco, “El Caudillo”,
nombre con el cual siempre se le designó en casa de la familia Lacalle. 

 Conocerlo, afirmará el propio Lacalle, le renovó la admiración compartida
 por tres generaciones de su sangre. Conocíamos ya un Jefe, expresa,
 aludiendo a Luis Alberto de Herrera (su abuelo), “el nuestro de ayer, 
de hoy y de siempre”. El Caudillo de España era el segundo. 

 “Bastó que sus ojos claros miraran con profundidad para que
 lo entendiéramos. Habló, o más que habló expuso. Cuarenta y 
cinco extraordinarios y maravillosos minutos. Ni una coma de lo 
dicho se ha borrado de mi memoria -afirma Lacalle-. El tema: España,
 Occidente, la obra, el futuro. Una mañana única de la vida… 

 Sólo he querido que su recuerdo quedara grabado en estas líneas”, 
escribió el hoy precandidato a la Presidencia en el Partido Nacional. 
 La ideología y la trayectoria del dictador español son inseparables 
del núcleo de ideas del fascismo. Hay en el mundo, sin embargo, 
políticos que se dicen demócratas pero se han sentido honrados por 
haber sido recibidos por alguien que se sublevó -con apoyo 
extranjero- contra las instituciones de su país, y desencadenó una guerra civil que costó millones de vidas. 

 Gran cantidad de textos demuestran el acuerdo entre Hitler, Mussolini
 y Franco. En la Declaración de Postdam, documento firmado 
por países que lucharon contra el fascismo, se establece, entre otras 
consideraciones, que “el régimen de Franco no se originó como 
consecuencia del desarrollo de las fuerzas internas del país, sino 
como resultado de la intervención de los principales países del Eje, 
la Alemania de Hitler y la Italia fascista, cuya acción resultó decisiva 
para imponer al pueblo español la tiranía de 
Francisco Franco. -

--- http://elmuertoquehabla.blogspot.com.uy/2012/09/los-tentaculos-del-fascismo-en-uruguay.html

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