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miércoles, 25 de enero de 2023

 "Palestina:

 


 


 

 "Palestina:


a) Datos sociodemográficos e indicadores macroeconómicos.
Palestina es un país ubicado en el Medio Oriente, cuya extensión territorial es de 6 mil 20 kilómetros cuadrados y posee dentro de su marco geográfico 5 millones 227 mil habitantes (Datosmacro.com). Palestina es una región milenaria que ha sobrevivido a la hegemonía del imperio romano, el turco-otomano, el ocupacionismo británico, el sionismo israelí en complicidad con el imperialismo estadounidense (y sus aliados de la OTAN), pero no importa la rapiña y el genocidio que cometen contra este pueblo porque saldrá tarde o temprano victorioso en su lucha legítima para alcanzar su liberación nacional, ésta última es parte esencial de la revolución proletaria si es que aspiramos a debilitar las posiciones del orden burgués mundial.
b) Contradicción entre proletariado y burguesía, trabajo y capital o producción social y apropiación privada (radiografía básica de la situación material que atraviesan los ricos y los pobres).
Palestina como cualquier otro país no es ajeno a la dinámica general del sistema capitalista-imperialista porque en su interior abundan las clases sociales y lucha entre los dos polos irreconciliables: la burguesía y los terratenientes palestinos contra el proletariado, el semiproletariado, el campesinado pobre y las masas populares palestinas.
Alrededor de 1 millón 750 mil palestinos padecieron la pobreza, de los cuales aproximadamente 647 mil 500 tuvieron dificultades para adquirir alimentos y 550 mil subsistían con ingresos de 1.5 dólares por día (Rebelión, 25 de diciembre del 2005). 234 mil palestinos padecieron el desempleo de acuerdo a los registros obtenidos para el segundo trimestre del 2013 (PalestinaLibre.org, 16 de agosto del 2013).
Una vez abordada la situación de la clase obrera palestina, procedamos a exponer la situación material de los capitalistas palestinos:
1) Bashar Masri: Es fundador y CEO (Oficial Ejecutivo en Jefe) de Real Estate Inverstment Company; una compañía constructora que cimentó la primera “ciudad planificada” de Palestina (en Rawabi para ser más precisos, cuya inversión está monetizada en mil 400 millones de dólares y emplea a 10 mil trabajadores de la construcción). En 2016 Masri se ubicaba entre las personas más ricas de Palestina. Sus proyectos no solo se limitan al marco palestino, también impulsó a través de su conglomerado proyectos de vivienda en Marruecos, zonas comerciales y residenciales en Jordania y Egipto, también tiene negocios en distintas áreas (como turismo, telecomunicaciones, bienes raíces, industria, agricultura, energía y servicios financieros) en Serbia. También es dueño del corporativo periodístico Al-Ayyam Newspaper, que viene siendo el segundo más importante de Palestina entre los diarios impresos (Wikipedia, 30 de agosto del 2022).
2) Yousef Asfour: Fundador y Presidente de la Universidad Árabe Americana, la primera universidad privada en Palestina (que opera desde el año 2000). También es propietario de la “Compañía de Ginebra”, que realiza sus operaciones desde 1997, es proveedora de mármol en su país y está cotizada en alrededor de 17 millones de dólares (Wikipedia, 29 de junio del 2022).
3) Abdul Malik Al-Jaber: Ex-vicepresidente y Ex–Oficial Ejecutivo en Jefe de Paltel Group (la empresa líder de telecomunicaciones en Palestina que emplea a más de 3 mil individuos) que incrementó sus ganancias corporativas de 15 millones de dólares en 2003 a 100 millones de dólares para el 2005. También fue fundador de VTEL Holdings (otra empresa emiratí con sede en Estados Unidos, especializada en las tecnologías de la información y la comunicación), cuyo capital está tasado en un billón de dólares (Wikipedia, 30 de noviembre del 2022).
Los siguientes elementos bien merecen la pena tenerlos en cuenta:
I) La oligarquía palestina no es uniforme porque de la misma manera un sector simpatiza con el imperialismo estadounidense y el sionismo israelí (sobre todo el sector I de la economía capitalista que posee empresas fabricantes de medios de producción destinados para la exportación), hay quienes apuestan a una alianza con empresarios de los países dependientes -los mal llamados “en desarrollo” y/o “subdesarrollados” que tienden a asumir el sector II de la economía burguesa, es decir, las empresas que fabrican bienes de consumo para el mercado interno, los cuales han estrechando de manera directa e indirecta relaciones mercantiles con consorcios provenientes del imperialismo ruso y chino-.
II) Otra demostración esencial para resaltar que Palestina es un país capitalista dependiente y está a merced del sistema imperialista mundial se manifiesta en la desigualdad de lo que importa con respecto a lo que exporta, es decir, mientras vende al extranjero construcción de piedra, tapas de plástico, chatarra y asientos (productos elaborados que son exportados a Israel, Jordania, Turquía, Emiratos Árabes Unidos y Estados principalmente, cuya transacción se cotiza en mil 115 millones de dólares), del exterior recibe electricidad, petróleo refinado, cemento y alimento para animales -materias primas principalmente importadas de Israel, Turquía, China, Jordania y Egipto que están monetizadas en 5 mil 420 millones de dólares- (OEC World). En otras palabras, Palestina es presa de la división internacional del trabajo que le impide desarrollar su propia industria pesada porque es una imposición de sus “socios comerciales” para que de manera rudimentaria se limiten a desarrollar su industria ligera con los insumos de los monopolios no palestinos, dicho planteamiento ni siquiera es nuevo porque la Unión Soviética jruschovista-brezhnevista imponía ese rol ventajoso para sí en detrimento del bloque revisionista, en el caso de la China maoísta y la Cuba castroguevarista nunca asumieron una economía planificada y centralizada que les permitiera aprovechar sus recursos fabricando sus propios medios de producción, en lugar de ello, se especializaban en una o unas cuantas ramas de la industria y la agricultura para cederle de manera considerable las ganancias a los consorcios de capital extranjero (en el caso del país asiático hizo enormes concesiones a la explotación petrolera y minera a las empresas estadounidenses y germanooccidentales y la banca privada a los conglomerados ingleses, por su parte la nación latinoamericana vendió la explotación cañera y tabacalera a las compañías rusas y su deuda externa siempre la renegoció con los bancos alemanes, ingleses, españoles y japoneses).
III) Mahmoud Abbas (presidente palestino) ha entablado reuniones con empresarios israelitas para convenir mayores exportaciones palestina con destino a Israel, sobre todo en artículos de calzado y vestido (PalestinaLibre.org, 4 de diciembre del 2013), lo cual a simple vista se lee bonito, como si eso fuera una solución a las problemáticas que conciernen a la cuestión palestino-isrealita, como si los hermanos después de tantas batallas campales y riñas interminables ahora se besan y se abrazan mutuamente, pero lo que no se dice y lo que no están dispuestos a aceptar los socialdemócratas, los reformistas, los revisionistas de toda calaña y los partidarios del izquierdismo pequeñoburgués es que no todo es resistencia digna ni anhelos de liberación nacional en Palestina, al contrario, la burguesía emergente palestina está entendiéndose con la burguesía israelita porque no solo se apropian de la plusvalía extraída al proletariado palestino y el proletariado israelita, también se apropian y lucran con sus anhelos de paz, que en el fondo son entreguismos y capitulacionismos vergonzosos que merecen el repudio internacional de ambas partes porque para que haya juego debe haber por lo menos dos partes involucradas.
IV) Hamás, que es el grupo armado “adalid” de la “liberación palestina” tampoco ha sido como no los han querido vender los oportunistas porque tiene nexos con empresas como la turca Trend Gyo (al menos así se demuestra en las reuniones que ha tenido Ismail Haniyeh, jefe del movimiento Hamás con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan), así como otras empresas que invierten en la construcción (principalemnte de carreteras y puentas) en países como Sudán y Argelia, pero no son sus únicos movimientos financieros, también cuentan con el respaldo de regímenes como los de Qatar e Irán. El fondo de inversiones de esta agrupación armada en 2018 era de 49 millones de dólares y para el 2021 superó los 500 millones de dólares (Atalayar, 14 de agosto del 2021). Con esto no vamos a caer en la lógica barata de que es una “organización terrorista” porque también merecen ese adjetivo ejércitos privados como el estadounidense Triple Canopy y Blackwater, así como el británico G4S Secure Solutions. En todo caso planteamos una crítica seria y objetiva porque “no todo es blanco y negro”, pero además si somos auténticamente materialistas dialécticos e históricos debemos perder el miedo a profundizar y abrir este debate para irnos clarificando colectivamente.
V) Mientras la clase obrera, el semiproletariado, el campesinado pobre y las masas populares han estado hundidos en la miseria, la desesperación, la incertidumbre, el hambre, el desempleo, la pobreza, la depauperación y las muertes de sus hermanos de clase, la burguesía palestina ha tenido una vida de lujos y comodidades, tanto ellos como sus familiares han vivido en mansiones, estudiando en las universidades más caras del mundo y dirigiendo sus corporaciones desde sus ostentosos rascacielos en Estados Unidos, Europa, los países del Golfo Pérsico, todo ello bajo el conocimiento y el consentimiento de las autoridades palestinas. Esta oligarquía palestina anhela convertir a su país en un Singapur del Medio Oriente. La Ley Fundamental Palestina en su artículo 21 señala que su sistema económico está regido por los cimientos de la “economía de libre mercado”. El gobierno palestino ha aprobado el monopolio para beneficio de empresarios palestinos en mercancías como la harina, el azúcar, el aceite, la carne congelada, los cigarrillos, los animales vivos, el cemento, el granulado, el acero, la madera, el tabaco y el petróleo, lo cual denota que hay una seria corrupción y descomposición de la gestión representada por (Mahmoud) Abbas, dichos magnates son muy allegados a empresas israelitas, lo cual les ha permitido a estos particulares palestinos una movilidad nada despreciable de sus capitales y mercancías en territorio israelí, estas políticas de dumping (o competencia desleal como se conoce en español) han arruinado la pequeña y mediana empresa en Palestina. En el gabinete nacional palestino bajo el mandato de Salam Fayyad se favoreció la presencia de oligarcas y tecnócratas dentro de cargos ministeriales para favorecer el proceso de instauración del neoliberalismo en esta latitud del mundo. En materia de consumismo, para que las cadenas comerciales impongan la trampa del endeudamiento sobre los consumidores ha propiciado que los préstamos individuales superen los mil millones de dólares durante el 2013, es decir más del doble con respecto al 2009 cuyo monto era de 494 millones de dólares, de acuerdo al Fondo Monetario Palestino, 3 de cada 4 trabajadores del sector público están endeudados, estos préstamos personales son para pagar hipotecas, vehículos y aparatos eléctricos, son muy escasos los que se destinan para actividades productivas, este tipo de situaciones provocan en el pueblo palestino de manera gradual sentimientos de individualismo y apatía ante los problemas sociales que genera el sistema en su conjunto. El gobierno palestino anunció que los trabajadores del sector privado deberían percibir un salario estimado en 305 euros, en realidad se les remunera con 211 euros, y quienes se opongan a éste último monto son despedidos. Los propietarios privados palestinos ejercen un control rígido para debilitar a los sindicatos y por consiguiente los derechos de los trabajadores palestinos, inclusive los industriales están presionando en la legislación para prohibir el derecho de sindicalización para los asalariados. La inversión de capital palestino en Israel y las zonas ocupadas por este último se estima en 5 mil 800 millones de dólares, sobre todo en zonas industriales ubicadas en Barkam, Ma’ale Adumin y otros parques agroindustriales del valle de Jordán, inclusive falsifican las etiquetas de sus productos (principalmente agrícolas) con la leyenda de “Hecho en Palestina” para exportarlos y así burlar las campañas de boicot, sobre todo en Europa. Consorcios palestinos como la cadena de hoteles Mövenpick, el Banco de Jordania, Jordan Ahli Banck, Cairo Amman Bank y Pal-Safe son clientes de Netacs Ltd., esta última es una empresa de seguridad privada perteneciente a Danny Rotschield que enviaba fuerzas ocupacionistas en regiones como Cisjordania y el Sur de Líbano (Vientos Sur, 14 de enero del 2014).  
VI)

c) Acontecimientos recientes más relevantes, la contradicción entre las potencias capitalistas-imperialistas así como la contradicción entre los bandos monopólicos contra los pueblos que padecen su yugo.
En este apartado merece la pena considerar los siguientes aspectos:
I) El gobierno palestino (a través de su Ministro de Relaciones Exteriores, Riyad Malki) se muestra muy conformista con respecto a las declaraciones sentimentalistas y lamentacionistas de la ONU, como si por el simple hecho de regar la tinta en el papel o pronunciar palabras en el viento bastara con resolver esta problemática tan grave y seria que requiere una solución definitiva y satisfactoria para el pueblo palestino (El Diario, 13 de febrero del 2020).
II) No solo Rusia capitalista-imperialista (actual) ha demostrado su vacilación y su oportunismo con el problema palestino-israelita, también China capitalista-imperialista ha asumido una actitud vergonzosa y deplorable para con la Israel sionista (que funge como país capitalista dependiente) porque no solo entablan relaciones diplomáticas donde se lisonjean mutuamente (Xi Jinping, presidente de China con su homólogo isralí Isaac Herzog), también hay empresas chinas que están cimentando infraestructura en la nación del Occidente Asiático, mientras que las empresas israelíes de “innovación” (científico-tecnológica) operan en el país del Extremo Oriente. Entre los proyectos (corporativos) chino-israelíes destacan los siguientes: el puerto de Haifa, el Parque de Innovación China-Israel en Changzhou y el Parque de Innovación China-Israel en Shanghái (Xinhua en Español, 17 de noviembre del 2011). Bonito internacionalismo y lindísima fraternidad la que ejerce tanto China capitalista-imperialista como la Rusia capitalista-imperialista (dicho comportamiento no le queda mucho a deber cuando eran potencias socialimperialistas-revisionistas, que también eran capitalistas) se llenan la boca de amiguismos y compañerismos con Palestina por un lado, mientras por el otro generan jugosos negocios –sin olvidar que Israel juega un papel importante en la vía marítima de la Ruta de la Seda que ha favorecido comercialmente a China en los puntos estratégicos del continente Euroasiáticoafricano (Agencia Anadolu, 9 de febrero del 2020)- que legitiman económica y políticamente a Israel –para competir con la influencia que ejercen los Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Alemania junto con el Israel del Extremo Oriente, el Japón dócil y lacayo que también es un imperialismo dependiente del imperialismo estadounidense-. Peor aún, haciendo gala de los 30 años de relaciones diplomáticas entre extremoorientales y asiáticooccidentales (Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular de China, 24 de enero del 2022).
III) Pero la burguesía china y su hermana de clase (capitalista) palestina no pierden el tiempo porque a través del Comité Económico y Comercial se están negociando puntos específicos para ejercer el “libre comercio”, dicho servilismo manifestando de parte del presidente palestino Mahmoud Abbas hacia Xi Jinping ha sido muy bien recompensado con materiales anticovid, lo cual no tiene nada de filantrópico ni de humanitario, es una relación de desigual de dependencia que busca imponer la China capitalista-imperialista y que está dispuesta a aceptar dócilmente la Palestina capitalista-dependiente (Embajada de la República Popular China en la República de Panamá, 9 de diciembre del 2022).
IV) La “cooperación” y el “diálogo” que progresó entre Mahmoud Abbas, presidente de Palestina con el Ministro de Defensa israelí Ben Gantz previo a la visita de Biden en el Medio Oriente, lejos de ser una promoción y ejercicio serios para “establecer la paz” no pasa de ser una quimera porque no soluciona el problema de raíz, y mucho menos con esas actitudes tanto entreguistas como capitulacionistas de parte del gobierno palestino, considerando que tibiamente Biden ha criticado el ocupacionismo de Israel sobre Palestina, pero eso no borra el hecho de que sigue financiando y respaldando a los sionistas, esta demagogia es peligrosa no solo porque viene de Estados Unidos para intentar “mediar” o “conciliar” entre las partes involucradas, sino porque la experiencia histórica internacional nos ha demostrado que el imperialismo vende una “imagen” de “pluralidad” con los pueblos combativos de tal manera que logra su corporativización y su desmovilización para convertir a los países que habitan en sus neocolonias, en los eslábones más atrasados desde el punto de vista capitalista para arrancar de ellos cuantiosas ganancias (The Objetive, 8 de julio del 2022). La “creación de dos estados (nacionales)”, por un lado, el palestino y por el otro, el israelita, suena muy bonito y endulza el oído a cualquiera, pero esa decisión no le corresponde a Estados Unidos ni a ninguna otra potencia, mucho menos a la ONU que solo obedece a los intereses imperialistas, esta decisión de dos estados separados o uno solo le competen al proletariado, el semiproletariado, el campesinado pobre, la mujer trabajadora, la juventud combativa, al estudiantado consecuente, al magisterio disidente, a los pueblos originarios y las masas populares en general, tanto palestinas como israelitas sin la injerencia de la burguesía y el campesinado rico palestino-israelí ni de ningún bloque imperialista (Estados Unidos junto con Reino Unido, Francia, Alemania y Japón por un lado, ni por el otro que está encabezando Rusia con China).
V) De nada sirve que el estado de Palestina sea reconocido por 140 países (138 de ellos pertenecientes a la ONU) si los otros 50 (también pernenecientes a la Organización de la Naciones Unidas) que no lo avalan (Wikipedia, última actualización 15 de diciembre del 2022, consultado el 20 de enero del 2023), siendo minoría estos últimos que rechazan la oficialidad del estado palestino su voluntad pesa más que la otra parte mayoritaria que sí le da el visto bueno, esto demuestra que los votos de las superpotencias y sus cancerberos más fieles, aun siendo una minoría tienen más fuerza que los gobiernos titubeantes de los países capitalistas dependientes se esfuerzan en embellecer la democracia burguesa los termina rebasando porque es en realidad una dictadura capitalista que aplasta sin piedad a los proletarios y pueblos de todo el mundo, esto lo saben perfectamente la pequeña, mediana y gran burguesía de Palestina porque son parte de este juego diplómático y demagógico que vulnera tanto a los obreros como a los campesinos palestinos. Esto demuestra una vez que más que los organismos supranacionales no sirven porque los explotadores y opresores los manipulan a su antojo, en cambio los explotados y oprimidos tienen como única salida la agitación, movilización (callejera), revolucionarización (regida por un programa de lucha que no se limite a objetivos inmediatistas ni economicistas, sino que aspire a la lucha por el poder de parte de los desposeídos para arrancárselo por la fuerza a los poseedores) y radicalización (no confundir con el radicalismo espontáneo que cometen los aventureristas para dejar en propensión a los auténticos militantes consecuentes para justificar tanto la infiltración como la represión de las jornadas de lucha que impulsan) de sus acciones para cambiar este orden de cosas.
VI) Palestina como cualquier país perteneciente al capitalismo en su etapa imperialista, monopolista o donde impera el capital financiero (por encima del capital comercial que imperó en los primeros asentamientos del capitalismo y el capital industrial que se consolidó después de la acumulación originaria de capital) posee su propia Bolsa de Valores, cuya sede es Nablus, una ciudad perteneciente a la región de Cisjordania y fue fundada en 1995. En 2019, esta bolsa concentraba 48 empresas y 143 millones de acciones que sumaban una capitalización bursátil (también llamada capitalización de mercado o valor en bolsa) de 3 mil 800 millones de dólares de distintas ramas como la banca, los servicios financieros, seguros, inversiones, industria y servicios. La Bolsa de Palestina desde que fue fundada ha fungido como una entidad privada y hace 4 años el 83% de sus palestinos eran accionistas dentro de la misma y el 17% restante corresponde a extranjeros. El director ejecutivo de la Bolsa de Palestina es Ahmad Sameh Aweidah –actualmente es presidente del Palestine Securities Exchange Company, una operadora de mercados financieros y materias primas-, el presidente es Maher Masri –donde también ostenta ese cargo en el Banco Islámico de Palestina, también fue miembro de la junta directiva del Fondo de Inversión Palestina, presidente de la Autoridad Palestina de Mercados de Capital del 2006 al 2014, también fue parte de los gabinetes gubernamentales como Ministro de Economía Nacional y fue integrante del Consejo Legislativo Palestino- y su vicepresidente es Abdallah Sabat -en su momento fue parte de distintos consejos de administración como el de Paltel Group, la empresa de telecomunicaciones más importante de Palestina, PalLease, una compañía especializada en arrendamiento financiero-.
VII) Biden cuando “pide” “alto al fuego” de Israel con Netanyahu contra Palestina es una declaración que no le queda mucho a deber a los padres nuestros o aves marías que pronuncia Bergoglio desde su silla vaticana, y aunque parecieran “nobles” o “bienintencionadas” sus declaraciones denota un entendimiento con Abbas (presidente de Palestina) porque este último ha tenido fuertes vínculos con empresarios israelíes y estadounidenses que han entablado negocios lucrativos con oligarcas palestinos, sobre todo esa camada de tecnócratas que se estudiaron en las universidades de Estados Unidos, Líbano e Inglaterra (Proceso, 19 de mayo del 2021).
VIII) Palestina recibió 201 millones de dólares como “donación” de una agencia de la ONU para “apoyar” a los refugiados palestinos (Sin Embargo, 15 de julio del 2022), lo cual a simple vista luce como una ayuda humanitaria, pero de fondo sabemos que estas organizaciones reciben financiamiento de empresas privadas trasnacionales y de fondo son acciones que van deteriorando gradualmente la economía palestina porque sus ramas estratégicas cada vez más son acaparadas por particulares y la deudas privadas las están convirtiendo en deudas públicas, dichas medidas repercuten en salarios precarios, carestía, deterioro de los servicios públicos como salud, electrificación, combustible, educación y vivienda que merman los bolsillos de los trabajadores rumbo a una privatización que beneficia a los dueños del capital palestinos y extranjeros.
IX) La Siria de Bashar Al Asad juega el papel de comodín en Medio Oriente para fortalecer las posiciones del imperialismo chino y ruso para que las organizaciones palestinas como Hamás, Al Fatah y el Frente Popular de Liberación Palestina sean el contrapeso que debilite las posiciones del imperialismo estadounidense y el sionismo israelí (Sputnik, 19 de octubre del 2022), o al menos así lo evidencian las declaraciones de Serguéi Lavrov, Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia (14 de octubre del 2022). En ese mismo tenor Rusia como país capitalista-imperialista utiliza la retórica a su favor vendiendo la idea de que la ONU es un “garante” del “derecho internacional” en “favor” de una “solución justa” para el conflicto palestino-israelí, dichas declaraciones falaces no le quedan mucho a deber a sus competidores imperialistas occidentales (Sputnik, 13 de octubre del 2022).
X) La Autoridad Nacional Palestina en vez de ser una representación digna e impulsada por el pueblo palestino, es una autoridad creada unilateralmente por el imperialismo estadounidense y el sionismo israelí, la misma ha fungido un rol represor y esquirol contra la auténtica resistencia palestina y a favor de los intereses económico-políticos de este bloque injerencista, esta afirmación no es en vano porque la ANP  (Autoridad Nacional Palestina, no confundir el acrónimo con el de la Asamblea Nacional Popular de Ayotzinapa, Guerrero, México) ha aportado información sobre los luchadores sociales y las organizaciones como Al Fatah junto con los Mártires Al Aqsa para desarticularlos políticamente. Ante la presión internacional que ha surgido de formar un Estado Palestino se está configurando una burguesía palestina entre los sectores más retrógradas de Al Fatah –con fuertes nexos que denotan relaciones estrechas con los regímenes monárquico-reaccionarios así como con grandes multinacionales, entre ellos los que poseen (inversiones de) capitales israelitas-. Es tan lamentable esta posición traidora y pusilánime (de parte del Consejo Nacional Palestino) que ni siquiera una cuarta parte (22% aproximadamente) de la Palestina histórica van a ocupar y muy probablemente ni siquiera abarquen la décima parte (8% aproximadamente) de la misma, es decir no se está respetando el Plan de Partición de 1988 por la terquedad de la Israel capitalista-sionista (en alusión a su sistema de gobierno) y la permisividad de la Palestina burgués-radicalista (en referencia a su régimen estatal-nacional) donde 18% (el otro 82% faltante fue para Israel) del territorio es ocupado por los palestinos cuando se estipuló que era un 35% (el 65% en realidad debió haber sido para Israel de acuerdo a dicho Plan de Partición). Al final de cuentas son territorios gravemente fragmentados y en muchos casos rodeados de colonias israelíes que hacen inoperable tanto la infraestructura como los servicios que requieren los obreros y los pueblos palestinos, peor aún, muchos integrantes de esas masas son expulsados y se ven forzados a vivir en el exterior, mientras la oligarquía palestina se entiende con su homóloga israelita y trasnacional (o monopólica). La fuerza policiaco-militar que se ha ido configurando en Palestina lejos de abogar por el proletariado y los pueblos de esa nación histórica, al contrario, colabora con Israel para reprimirlos y monitorearlos, aquí se demuestra que el Estado burgués siempre abogará por la defensa de la propiedad privada burguesa sobre los medios de producción, siempre y cuando no se cambie la base económica (que determina tanto las formas de producción como de apropiación de lo producido) ni la superestructura (a través de sus instituciones jurídicas, políticas, filosóficas, ideológicas, religiosas y pedagógicas), independientemente de si es un país extenso o no territorialmente, si tiene o no una población numerosa, porque lo determinante es la correspondencia que existe entre el desarrollo de las fuerzas productivas con respecto a las relaciones de producción, es decir, cómo se producen (ya sea con una técnica atrasada o moderna) los bienes necesarios para la subsistencia del hombre en comparación con la manera en que se vinculan para elaborarlos (ya sea que toda la sociedad produzca y la misma se lo apropie, o que unos cuantos se apropien de lo que se produce socialmente). La actitud “conciliadora” o “mediadora” de Estados Unidos capitalista-imperialista en la cuestión palestino-israelí no es internacionalismo, al contrario, sigue siendo una política para expandirse ante el emergente desarrollo capitalista-imperialista de sus competidores como Rusia y China (que se han atrevido a desafiarlo más abiertamente) en Medio Oriente así como en los alrededores de esta zona de Asia Occidental, la lógica de golpear con el garrote también tiene sus límites y cuando esta se agota los agresores se valen de la demagogia falsa e hipócrita para que los agredidos terminen cediendo de forma oportunista, el simple hecho de que Palestina haya ganado mucha aceptación no solo en la ONU, y en otras instancias internacionales -como la Confederación Sindical Internacional, la Organización para la Cooperación Islámica, la Liga Árabe, el Comité Olímpico Internacional, la Federación Internacional de Fútbol Asociación, la Organización Mundial del Turismo, la Organización Mundial de la Salud, Media Luna Roja, la Corte Penal Internacional, la Interpol o Policía Internacional (Wikipedia, última vez actualizado el 22 de enero del 2023, consultado el 23 de enero del 2023)- manifiesta más abiertamente su sumisión a estas organizaciones supranacionales –donde éstas últimas operan siendo parte de la nómina de las grandes corporaciones-. El respaldo a la conformación de un Estado Palestino (al menos de palabra con gestiones como la de Obama y Biden en Estados Unidos) es la acción perfecta para desmovilizar y corporativizar a la disidencia legítima -para no confundirla con el Hamás, Al Fatah, la Organización para la Liberación de Palestina y otras agrupaciones volubles que cometen bandazos imperdonables tanto por lo que dicen como por lo que hacen- (Palestinalibre.org, 21 de abril del 2017). La paz que les interesa tanto a las burguesías árabes-musulmanas (jordana, libanesa, palestina, emiratí, saudí, yemení, qatarí, bareiní, kuwaití y omaní) como a la judía-israelita en complicidad con cualquier bloque imperialista (estadounidense, inglés, francés, alemán, ruso, chino y japonés) es la acumulación de ganancias donde la clase obrera se queda cruzada de brazos y sin un partido proletario que defienda su independencia de clase.
XI) De acuerdo al estudio levantado por Issa Smeirat en la Universidad de Al-Quds 16 mil empresarios palestinos de Cisjordania cuentas con autorizaciones permanentes para ingresar a Israel y llevar a cabo proyectos corporativos, sin olvidar el hecho de que también establecieron sus empresas en territorios ocupados, lo cual contempla la instalación de diversas fábricas y empresas de distintas ramas, todas y cada una de ellas paga impuestos a(l) (Estado de) Israel. La información que recopiló Issa (Smeirat) es tan sensible que no tuvo permitido revelar la identidad de los inversores, y al mismo tiempo que realizó su pesquisa el Ministerio de Economía Nacional de Palestina impulsaba campañas para boicotear los productos de los asentamientos, no obstante, el Acuerdo de París en ninguno estipuló que estuviera prohibido invertir en dichas colonias (ocupadas). (Issa) Smeirat consiguió una vasta información sobre los inversores palestinos en Israel así y sus nexos con la Cámara de Comercio e Industria Palestina. Contactó a 540 inversores y distribuyó 420 encuestas, de las cuales solo 374 de ellos las respondieron y las entregaron, pero eso no fue todo, también hizo entrevistas personales a 120 inversores. Dentro de los resultados que obtuvo se manifestó que la mayoría de estos magnates hablan hebreo y la mayoría de ellos tiene mínimo 40 años de edad, el 90% relató que su primera experiencia como propietario privado se ejecutó en Israel. El investigador plantea que los acaudalados palestinos invierten en Israel debido a la restringida capacidad económica de Palestina, sobre todo porque Israel controla el 60% de Cisjordania ocupada junto con los recursos naturales que hay en ella como el agua, sin embargo, hay más, Israel controla todas las terminales de la frontera en Cisjordania y ha cerrado los mercados israelíes a los productos palestinos. Los costos de producción en Israel son más accesibles que los de Cisjordania, los precios de las tierras palestinas para su renta y venta son elevados, así como las tarifas de agua y energía y debido a las restricciones israelíes en las fronteras se debe realizar una larga espera para recibir las materias primas del extranjero, dichos factores incrementan los costos de producción cerca del 30%. El capital de los 16 mil dueños (del dinero, para expresarlo más coloquialmente) palestinos en territorios de la Autoridad Nacional Palestina se repartió de la siguiente forma: 3 mil 300 inversores en Hebrón; 3 mil 100 en Ramala; 3 mil en Nablus, 2 mil en Belén y mil en Nablus. Las inversiones palestinas alcanzaron alrededor de 7 mil millones de dólares, de los cuales 5 mil millones no se identificaron en Israel y sus asentamientos porque fueron emitidos principalmente en el extranjero (Rebelión, 24 de noviembre del 2011).
XII) Es inútil votar contra el genocidio sionista de Israel desde las instancias tendenciosas como la ONU, lo cual lejos de conciliar, por el contrario, legitima dicho ocupacionismo. La OLP (Organización de Liberación Palestina) acuerpa a organizaciones como Al Fatah, Frente Popular de Liberación de Palestina, Frente Democrático por la Liberación de Palestina (FDLP), Unión Palestina Democrática, Partido Popular Palestino (PPP), Frente por la Liberación Árabe Palestina y el Frente Árabe Palestina (FAP) –la mayoría de ellas asociadas a los inconsecuentes históricos como Yasir Arafat y Leila Khaled-. Dicha coalición se caracteriza por un eclecticismo teórico-práctico regidos por el “socialismo panarabista”, el revisionismo del “socialismo específico” y del “no alineamiento”, todas ellas con una fuerte influencia del socialimperialismo ruso jruschovista-brezhnevista. Por su composición multiclasista y sus actitudes oportunistas, cortoplacistas y arribistas son incapaces de plantear una oposición combativa seria contra el imperialismo euro-estadounidense y sus competidores socialimperialistas chino-rusos. Los Acuerdos de Oslo manifestaron ser un fracaso rotundo, no solo porque no resolvieron el conflicto palestino-israelí, sino porque terminó favoreciendo el posicionamiento del sionismo israelita que solamente entre 1993 y 1994 le significó la apertura de relaciones diplomáticas con 45 países. La OLP asumió una actitud repudiable y pusilánime porque le concedió el “derecho de existir a Israel” sin que Israel le diera el “derecho de existir a Palestina”, muestra de ello las colonias israelíes en territorio palestino se expandieron de 190 mil en 1993 a 370 mil en el 2000, es decir, el crecimiento de colonias más acelerado para la historia de Israel. Mucho menos se respetaron los retiros en Gaza y Cisjornadia, tampoco se liberaron a los presos políticos. Ese “Proceso de Paz” legitimó las prácticas criminales de Israel sionista porque se agudizó la limpieza étnica sobre los palestinos, el robo de tierras y fueron recompensados por la “Comunidad Internacional”. Israel se opuso a resarcir la cuestión de los refugiados palestinos, y mantuvo una obstinación con respecto a no ceder el territorio de Jerusalén, además no debemos olvidar que su actitud seguía siendo recalcitrante con respecto a sus colonias instauradas ilegalmente, también se negaron rotundamente a aceptar las fronteras de 1967. La Corte Internacional pese a que condenó el muro israelí la Comunidad Internacional asume un silencio cómplice. En la actualidad Israel reclama ser reconocido en la condición de “Estado judío” (dicho eufemismo incita a los palestinos al racismo), y que los refugiados palestinos no vuelvan a sus hogares (solo porque “no son judíos”).
Ante este escenario repudiamos la intervención de Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Francia e Israel sobre Palestina para apoderarse de sus tierras fértiles y el gas natural, sin perder de vista que denunciamos también la pusilanimidad de Rusia, China, Cuba, Venezuela, Corea del Norte, Irán y Nicaragua porque se venden como “los ángeles de la paz” y “los amigos de los pueblos” de palabra, cuando en la vía de los hechos alimentan sentimientos nacionalistas y chovinistas burgueses, totalmente hostiles y ajenos al internacionalismo proletario. Por nuestra parte, planteamos que la única opción consecuente para finalizar estos crímenes de lesa humanidad es mediante la unión estrecha entre el proletariado y las masas populares tanto palestinas como israelitas que conformen un Partido Comunista Marxista-Leninista que oponga resistencia a la burguesía y pequeña burguesía de ambas naciones, por ende, aspiramos a que se impulse un gobierno democrático-popular, como una transición elemental para superar el capitalismo-imperialismo y alcanzar el socialismo-comunismo bajo la forma de República Soviética Asiática Occidental, con la perspectiva, no solamente de unir fraternamente a los obreros y campesinos del territorio palestino-israelí, sino en general a todos los pueblos árabes que convivan armoniosamente independientemente de las nacionalidades -libanesa, jordana, siria, turca, iraní, iraquí, etc.-, las religiones -islamismo, judaísmo, cristianismo, zoroastrismo, budismo, hinduismo, etc.) o las etnias (kurdos, chiíes, sunitas, caldeos, yazidíes, mandeos, chabaquíes, etc.- (Palestina en el Corazón, 15 de septiembre del 2013, en Bitácora Marxista-Leninista, 14 de septiembre del 2014).

d) Crítica al poder burgués-terrateniente y autocrítica del papel que asume la oposición proletario-campesina.

A modo de conclusión realizaremos las siguientes valoraciones:
a) La debilidad del marxismo-leninismo como teoría y práctica entre la clase obrera palestina y sus aliados estratégicos no solo es culpa de la burguesía palestina ni de los homólogos de esta última tanto al interior como al exterior de dicha nación legítima, también es una autocrítica que debemos realizar al interior de nuestras filas porque la socialdemocracia, el oportunismo, el reformismo, el revisionismo, el izquierdismo pequeñoburgués y el populismo una vez más han tomado una seria ventaja sobre nosotros para encubrir sus actitudes vacilantes al servicio tanto de la propiedad privada sobre los medios de producción como del Estado burgués asumiendo ese papel desmovilizador y corporativizador de las resistencias dignas y legítimas hasta impregnarles una visión cortoplacista, aislacionista, regionalista y nacionalista-burguesa (para dejar de ser una colonia clásica en vías de convertirse en una neocolonia al servicio de las superpotencias).
b) También se debe reconocer que la URSS (marxista-engelsista-)leninista-stalinista junto con la Komintern (o III Internacional Comunista) y la Kominform (ésta última continuadora de la instancia mencionada en las líneas anteriores) no prestaron la suficiente atención a las problemáticas del Medio Oriente, no solo porque no existieron partidos marxistas-leninistas numerosos en esta latitud (salvo el Toufan-Irán), sino también porque no logramos contrarrestar la nociva influencia que ejerció el jruschovismo-brezhnevismo (en tiempos de la Albania socialista y el Partido del Trabajo de Albania encabezado por Enver Hoxha) sobre países como la Irak de Kassem y Aref o la Siria de Al Asad padre e hijo, que directa o indirectamente influyeron sobre el movimiento armado de resistencia palestino que fue generando afinidad con las tendencias chovinistas y fundamentalistas-musulmanes (también hay fundamentalismo en el cristianismo, judaísmo, budismo, hinduismo, zoroastrismo y en todas las religiones sin excepción, para que no se nos alebresten) de las Khaled y los Arafat hasta que conformaron su propia vertiente del revisionismo: el panarabismo definido como la teoría y práctica de las burguesías árabes desplazadas por el imperialismo angloestadounidense y que buscan alianzas con la oligarquía de los países dependientes para coquetear con el imperialismo sinoruso (anteriormente eran socialimperialistas, socialistas de palabra, imperialistas en la vía de los hechos), sobre todo el sector II de los capitalistas (que acapara empresas productoras de bienes de consumo para el mercado interno) en oposición al sector I de la burguesía (dueña de empresas que exportan medios de producción). El revisionismo panarabista tiene como madre hipócrita al maoísmo y como padre visceral al jruschovismo-brezhnevismo, es hermano menor del castroguevarismo, el eurocomunismo y el titoísmo, sus hermanos trillizos son el panafricanismo y el revisionismo extremo-oriental asiático (principalmente el coreano, camboyano, laosiano y vietnamita), su pareja que es el independentismo burgués-liberal (del siglo XX, para no confundirlo con la camada latinoamericana del siglo XIX) tuvieron hijos bastardos como el khaledismo-arafatismo (revisionismo palestino), el alasadismo (sirio), el kassemismo-arefismo (iraquí), el jomeinismo (iraní) y el babrakismo (afgano), sus abuelos son el trotskismo, el browderismo, el kautskysmo y el bernsteinianismo, sus bisabuelos son el bakuninismo, el proudhonismo, el anarquismo, el owenismo, el fourierismo, saintsimonismo, el socialismo pequeñoburgués y el comunismo burgués.
c) La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas junto con Reino Unido, Estados Unidos y Francia apoyaron la reivindicación de un estado propio para los judíos descendientes de las carnicerías del fascismo alemán, pero lo que no concibió oportunamente fue que eso implicaría una fractura sobre la Palestina histórica. Si bien no fue culpa suya la fundación del Estado de Israel, esta desatención fue bastante costosa porque tiempo después se dieron cuenta de la actitud dócil y lacaya como país capitalista dependiente del imperialismo estadounidense, inglés, francés y alemán. Esta es otra autocrítica que debemos realizarnos como marxistas-leninistas no previmos estas tentativas supremacistas del sionismo y tampoco se respaldó con la suficiente fuerza el movimiento de liberación nacional en el Medio Oriente en lo general, y en lo particular lo que concierne a Palestina. En todo esto los trotskistas no tienen la calidad moral para criticar al “stalinismo” (donde nos reivindicamos como stalinistas porque Stalin jugó un papel destacado e importante en el desarrollo del marxismo-leninismo  -la teoría y la práctica de la revolución proletaria, la dictadura del proletariado, el socialismo proletario, el comunismo científico, el partido bolchevique de nuevo tipo y el poder soviético como órganos de poder e insurrección de la clase obrera-, pero propiamente el stalinismo como ideología no existe) porque sus organizaciones permanentistas (como sinónimo de trotskismo) tanto clásicas (encabezadas por Lev Bronstein alias Trotsky, Bujarin, Kamenev, Zinoviev, Rikov, Radek y Tukachevsky) como contemporáneas han dado muestras inconsecuentes y contrarrevolucionarias, por su parte los trotskistas clásicos encabezados por Bronstein realizaron operaciones de sabotaje, espionaje, desestabilización y asesinatos tanto del pueblo soviético (activando bombas en minas y fábricas, junto con la quema de campos colectivizados en colaboración con la burguesía y los terratenientes rusos, comparsas del imperialismo mundial) como de sus dirigentes marxistas-leninistas (Uritsky, Kuibishev, Volodarsky, Gorki y Kirov, por mencionar algunos) y el (neo)trotskismo (de corte intelectualoide principalmente) es tan voluble de un día para otro apoya régimenes de (seudo)izquierda como el de la Cuba castroguevarista, la Venezuela chavista-madurista y la Nicaragua orteguista (Bitácora Marxista-Leninista, 11 de julio del 2020), y de la nada asume actitudes golpistas y provocadoras contra regímenes como el Gadafi en Libia (Luchadeclases.org, 20 de julio del 2011) y Al Asad en Siria (La Izquierda Diario, 17 de junio del 2020). Los maoístas clásicos desde la fundación de la República Popular China entablan relaciones diplomáticas con Israel sionista (Agencia Anadolu, 9 de febrero del 2020) y posteriormente con otros gobiernos como los de la España (franquista) y Chile (pinochetistas) –ambos de carácter fascista-(Enver Hoxha, En China no se pronuncia ni una sola palabra sobre los héroes españoles, Reflexiones sobre China, Tomo II, 30 de septiembre de 1975, en Bitácora Marxista-Leninista, 25 de julio de 2017), y ahora en la actualidad quieren “lavar” su “imagen” apoyando regímenes revisionistas-tercermundistas (como la Cuba castroguevarista, la Siria alasadista, la Venezuela chavista-madurista, la Bolivia evoísta, la Palestina khaledista-arafatista, etc.) y movimientos autonomistas pequeñoburgueses (como los naxalitas en India, las FARC en Colombia, el municipalismo de Kurdistán, etc.), sin embargo su política interna tanto de la China socialimperialista-revisionista (bajo la vertiente del capitalismo monopolista de Estado) como de la actual China capitalista-imperialista sigue siendo la misma, la negación de la autodeterminación de los pueblos uigures, manchúes, tibetanos y hongkoneses que posean una organización para preservar su propia lengua y cultura -al grado de que en los centros de trabajo y de estudio se sigue imponiendo el uso escrito y oral del chino mandarín bajo el supremacismo de la dinastía han que niega toda la diversidad que hemos mencionado en las líneas anteriores-(Bitácora Marxista-Leninista, 11 de mayo del 2021). La Cuba castrista-guevarista también tiene cola que le pisen porque ha respaldado vergonzosamente los regímenes reaccionario-fascistas que tenían nexos con el socialimperialismo ruso y el socialimperialismo chino, como el de Videla en Argentina de la mano del jruschovismo-brezhnevismo (Bitácora Marxista-Leninista, 20 de julio del 2018) y el de Mobutu en el Zaire más cercano al maoísmo (Partido Comunista Marxista-Leninista de Uruguay, Revista Unidad y Lucha no. 41). La lista de traiciones al internacionalismo proletario de las distintas vertientes del revisionismo (sobre todo los engendros de los especímenes –trotskismo, maoísmo, castroguevarismo, jruschovismo- como el panafricanista, eurocomunista, vietnamita, camboyano, laosiano, browderista y titoísta o titista) son muy amplias e implicaría en su momento un análisis más profundo al respecto.
d) Estamos a favor de la destrucción del sionismo y de Israel como nación burgués-dependiente, pero nunca estaremos a favor del exterminio del proletariado y sus aliados de clase israelitas, al contrario, abogamos por su unión y organización estrechas junto con la clase obrera y los pueblos palestinos para que sus esfuerzos detonen una seria autodeterminación de los pueblos sin la vacilación ni la compra-venta de este anhelo por parte de la burguesía palestina e israelita -léase “El imperialismo y la revolución” de Enver (Hoxha) cuya primera publicación en albanés salió en 1978 y la primera edición en español apareció un año después-. Esta es la afirmación correcta la marxista-leninista que pronunció el PTA y la Albania socialista de Enver Hoxha, pero eso no es todo, pese al respaldo que siempre dio a la lucha de liberación palestina también fue crítico y sincero con Al Fatah y las demás agrupaciones guerrilleristas de dicha latitud, señalándoles de frente que sus reivindicaciones son nacionalistas, que los guevaristas que ejercían cierta influencia en esta reivindicación no son auténticos marxistas y también advirtió que Palestina no debía confiar en la URSS jruschovista-brezhnevista porque los revisionistas por naturaleza siempre han jugado y traicionado las luchas de liberación nacional para favorecer las influencias del socialimperialismo ruso en detrimento del imperialismo estadounidense, desgraciadamente cayeron a merced de esta demagogia que posteriormente se convirtió en capitulacionismo –consúltese la obra “Solo con una justa línea política y una sólida unidad pueden superarse las dificultades y lograrse la victoria” de Hoxha escrito el 3 de agosto de 1970-.
e) Este texto no puede considerarse como algo terminado o como un producto concluyente porque hay mucho que corregir, amplia, mejorar y profundizar, he aquí la necesidad de profesionalizarnos y especializarnos tanto en la geopolítica mundial como en el manejo fluido del árabe, el hebreo y el inglés porque la documentación que adquirimos, aunque fue amplia se puede seguir enriqueciendo con actualizaciones puntuales de los acontecimientos más latentes, pero además esto como marxistas-leninistas también nos obliga a hacer esfuerzos más titánicos para asumir posiciones más avanzadas porque ya no podemos incurrir en declaraciones panfletarias ni seguidismos estériles, con esto no queremos decir que no tenga mérito la lucha de liberación nacional, antifascista, antiimperialista y anticolonialista, sin embargo, todas y cada una de ellas se diluirán si no le damos una perspectiva anticapitalista por la revolución proletaria, la dictadura del proletariado, el socialismo proletario y el comunismo científico, es por eso que debemos no solamente repudiar el genocidio de los sionistas sino también hacer el llamado para que se construya el partido marxista-leninista en los países de Medio Oriente donde no existen, en pocas palabras, debemos apoyar la lucha de liberación y resistencia palestinas, pero también debemos ser críticos con sus bandazos e inconsistencias político-ideológicas porque eso justamente diferencia de lo que debemos decir y hacer con respecto a lo que no debemos decir ni hacer." Iván Alberto Gómez García.

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